Este año se cumple el 112° aniversario del primer clásico santafesino, uno de los enfrentamientos más emblemáticos del fútbol argentino, protagonizado por los clubes Unión y Colón. El partido se disputó el 9 de junio de 1913, marcando el inicio de una de las rivalidades más intensas, apasionadas y representativas del interior del país. Con el correr de las décadas, este duelo trascendió lo meramente deportivo para convertirse en un fenómeno cultural, social e identitario que define buena parte de la vida en la ciudad de Santa Fe.
Aquel encuentro fundacional, jugado en la cancha de Colón en el barrio Centenario, fue ganado por Unión por 3 a 2. Más allá del resultado, ese enfrentamiento sentó las bases de una historia centenaria de competencia, orgullo barrial y fidelidades que se transmiten de generación en generación.
Orígenes del clásico
A comienzos del siglo XX, el fútbol ya era una pasión creciente en la Argentina. En Santa Fe, dos instituciones nacidas con apenas cinco años de diferencia comenzaban a forjar su identidad: Colón, fundado en 1905, y Unión, en 1907. La cercanía geográfica y el crecimiento simultáneo de ambas entidades generaron rápidamente un clima de competencia que derivó en la necesidad de medir fuerzas dentro de la cancha.
El primer choque oficial entre ambos se dio en el marco de la Liga Santafesina de Fútbol. Fue mucho más que un simple partido: fue el inicio de una historia de encuentros que irían moldeando la identidad de una ciudad. Desde entonces, Unión y Colón se convirtieron en símbolos de pertenencia, alimentando una rivalidad que perdura más allá de los resultados.
Más que fútbol
A lo largo de los años, el clásico santafesino se transformó en una expresión cultural, una forma de vivir el deporte con pasión, orgullo y sentido de comunidad. Colón y Unión no solo representan colores o camisetas: son familias, barrios, relatos compartidos. En las veredas, en las escuelas, en los comercios y en los medios locales, la conversación futbolera está siempre presente, sobre todo cuando se aproxima una nueva edición del clásico.
En sus más de 100 años de historia, el clásico ha tenido de todo: goleadas históricas, empates agónicos, encuentros suspendidos, partidos definitorios, enfrentamientos en ascensos y en primera división. Pero el valor simbólico siempre fue el mismo: ganar el clásico significa escribir una página imborrable en la memoria colectiva de la ciudad.
Hitos del enfrentamiento
Desde aquel 3-2 inicial, el clásico santafesino ha vivido momentos inolvidables. Uno de ellos fue el primer enfrentamiento en Primera División, que tuvo lugar en 1967, durante el Torneo Nacional. Otro hito se produjo en 2019, cuando ambos equipos se enfrentaron en la Superliga, y Colón logró su primera victoria oficial en el estadio 15 de Abril, casa de Unión.
Por su parte, el clásico también ha tenido su costado solidario y social. A lo largo del tiempo, ambas hinchadas y dirigentes han participado en campañas conjuntas, y en los últimos años se ha promovido el lema “Clásico en paz”, con el fin de fomentar la convivencia, el respeto y la no violencia en el deporte.
Unión y Colón, dos identidades fuertes
Colón, apodado el “Sabalero”, y Unión, conocido como el “Tatengue”, son mucho más que dos clubes deportivos. Cada uno ha forjado su identidad con logros, ídolos y una profunda conexión con su gente.
Colón vive uno de los momentos más gloriosos de su historia reciente tras obtener el campeonato de la Copa de la Liga Profesional 2021, el primer título de su historia. Unión, por su parte, ha mantenido una identidad combativa y fiel, con recordadas campañas en torneos nacionales y una base sólida de hinchas que lo acompañan incondicionalmente.
Ambos clubes han aportado figuras destacadas al fútbol argentino: desde el “Pampa” Gambier y Marcelo Saralegui en Colón, hasta Leopoldo Luque y Nery Pumpido en Unión. Las inferiores de ambos han sido semilleros de talentos que luego brillaron en el país y en el exterior.
Un clásico con futuro
Hoy, a 112 años del primer enfrentamiento, el clásico santafesino sigue siendo una de las rivalidades más auténticas del fútbol argentino. A diferencia de otros duelos mediáticos o marcados por la lógica del espectáculo, el clásico de Santa Fe mantiene una raíz popular, de barrio, donde la historia y el sentimiento se viven con la misma intensidad de siempre.
Cada nuevo capítulo del clásico no es solo un partido: es una reafirmación del pasado, del presente y del futuro del fútbol como fenómeno social. En un contexto de fútbol profesional cada vez más globalizado y comercial, Unión y Colón siguen siendo ejemplo de lo que significa sentir los colores.
Y como cada año, cuando se recuerda aquel lejano 9 de junio de 1913, Santa Fe se detiene a mirar hacia atrás. Porque en ese primer partido no solo comenzó una rivalidad: nació una pasión que no conoce final.