Un 28 de abril, hace 55 años, nacía en Buenos Aires Diego Pablo Simeone, uno de los nombres más emblemáticos del fútbol argentino, tanto dentro como fuera de la cancha. Conocido como El Cholo, Simeone representa como pocos el espíritu de lucha, disciplina y entrega que identifican al jugador argentino. Fue un mediocampista incansable, líder natural en la Selección, multicampeón en Europa y, ya en su etapa como entrenador, un referente absoluto que marcó una era en el Atlético de Madrid.

Los orígenes del Cholo

Diego Pablo Simeone nació en el barrio porteño de Palermo en 1970, en el seno de una familia trabajadora. Desde joven demostró una personalidad fuerte y determinada. Su primer contacto formal con el fútbol fue en el club Vélez Sarsfield, donde debutó como profesional en 1987, con apenas 17 años. Su estilo aguerrido, su compromiso táctico y su capacidad para ordenar al equipo desde el mediocampo llamaron rápidamente la atención de técnicos y aficionados.

Una carrera de élite en Europa

En 1990, Simeone dio el salto a Europa, comenzando una prolífica carrera internacional que lo llevaría a jugar en Italia y España. Vistió las camisetas del Pisa, Sevilla, Atlético de Madrid, Inter de Milán y Lazio. En todos los clubes dejó una huella indeleble por su intensidad y su capacidad de liderazgo.

Durante su etapa como jugador, ganó títulos importantes, como la Copa UEFA con el Inter (1998), la Serie A y la Copa Italia con la Lazio (1999-2000), y la Liga española con el Atlético de Madrid (1995-1996). En todos los equipos fue capitán o referente, destacándose no por el brillo individual, sino por su sacrificio y su capacidad para potenciar al colectivo.

Simeone no era el jugador más técnico del campo, pero sí uno de los más inteligentes. Su lectura del juego y su entrega total lo convirtieron en un símbolo del “fútbol obrero”, de ese que se gana con sudor, orden y mentalidad.

La camiseta albiceleste

Con la Selección Argentina, Diego Simeone jugó 106 partidos internacionales y anotó 11 goles. Participó en tres Copas del Mundo (1994, 1998 y 2002) y fue una pieza clave en la conquista de la Copa América en 1991 y 1993, los últimos títulos mayores que la albiceleste ganaría antes de la consagración en la Copa América 2021.

Su figura fue determinante en el mediocampo durante una época de transición para el equipo nacional. Siempre estuvo entre los jugadores más confiables de los entrenadores, y fue parte del núcleo duro que sostuvo a la Selección en los años 90.

El nacimiento de un entrenador

Tras su retiro como futbolista en 2006, Simeone no tardó en comenzar su carrera como entrenador. Debutó en Racing Club y luego pasó por Estudiantes, River Plate, San Lorenzo y nuevamente Racing, antes de dar el gran salto al fútbol europeo.

En diciembre de 2011 asumió como entrenador del Atlético de Madrid, club en el que había sido ídolo como jugador. Lo que vendría después sería una de las etapas más exitosas en la historia del fútbol moderno europeo. Con el Atlético, Simeone conquistó la Liga española (2013-14 y 2020-21), dos Europa League (2012 y 2018), una Copa del Rey (2013) y dos Supercopas de Europa.

Además, llevó al equipo a disputar dos finales de Champions League (2014 y 2016), ambas perdidas de forma agónica ante el Real Madrid. A pesar de ello, el reconocimiento fue unánime: el Cholo había devuelto al Atlético de Madrid a la élite mundial, convirtiendo a un club tradicionalmente secundario en protagonista indiscutido del fútbol global.

Más que un técnico: una filosofía

El estilo de Simeone trascendió los esquemas tácticos. Su famosa frase «partido a partido» se convirtió en un mantra para sus jugadores y una filosofía para los hinchas. Sus equipos se caracterizan por la solidez defensiva, la intensidad en la marca, la solidaridad colectiva y la fortaleza mental.

Muchos críticos lo catalogaron de defensivo, pero nadie pudo negar su eficacia. Para sus seguidores, el Cholismo es una forma de entender la vida: no importa cuánto talento tengas, lo importante es cuánto estás dispuesto a luchar.

Un símbolo vigente

Hoy, a 55 años de su nacimiento, Diego Simeone sigue siendo uno de los entrenadores más influyentes del mundo y un referente del fútbol argentino. Su nombre ha sido mencionado en múltiples ocasiones como candidato a dirigir la Selección Nacional, aunque él mismo ha declarado que prefiere que ese momento llegue «cuando esté maduro y sea el adecuado».

Su legado, sin embargo, ya está asegurado. En una era dominada por estrellas mediáticas y figuras individuales, Simeone construyó su grandeza desde la humildad, el trabajo y la pasión. Representa el costado más honesto del fútbol, ese que no siempre brilla en los flashes, pero que gana respeto en cada entrenamiento y cada batalla táctica.

El Cholo, como lo llaman todos, es mucho más que un exfutbolista o un entrenador exitoso: es el reflejo de una cultura futbolera que valora el esfuerzo por encima del talento, la táctica por encima del espectáculo, y el equipo por encima del ego.

abril 28, 2025