En un contexto económico marcado por subas de tarifas y precios, las consultoras privadas han estimado que la inflación de enero rondará entre el 2% y el 2,5%. Esta medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que realiza el INDEC, se publica en medio de un aumento generalizado en los costos de bienes y servicios esenciales, como la electricidad, el gas, los alquileres, el agua, las prepagas y los combustibles. Si bien los analistas destacan que la inflación en enero podría haber mostrado una leve desaceleración respecto a meses anteriores, el costo de vida sigue siendo elevado y la tendencia no parece cambiar a corto plazo.

El primer año de gestión de Javier Milei como presidente cerró con una cifra alarmante de 117,8% de inflación anual, un récord histórico que ha marcado un fuerte impacto en los bolsillos de los argentinos. Aunque la inflación de enero podría estar por debajo del 3%, los relevamientos de consultoras privadas muestran que, a pesar de algunos signos de desaceleración, la inflación sigue siendo una constante que golpea a la población, especialmente a los sectores más vulnerables.

Consultoras y estimaciones

El próximo 13 de febrero, el Gobierno nacional dará a conocer el IPC del primer mes de 2025. En diciembre, el índice fue del 2,7%, lo que dejó un acumulado anual de 117,8%. Sin embargo, las consultoras privadas coinciden en que el incremento de enero será menor al registrado en diciembre.

Fundación Libertad & Progreso, una de las consultoras más destacadas, estima que el aumento de precios será del 2%, lo que reflejaría una desaceleración de 0,7 puntos porcentuales respecto al mes anterior. Según su análisis, enero comenzó con una tendencia a la baja en la inflación, con aumentos semanales cercanos al 0,3%. No obstante, en la última semana del mes, se registró una aceleración en los precios, alcanzando un ritmo de 0,5% semanal, principalmente debido al aumento en los precios de los alimentos, con énfasis en el alza de la carne.

En la misma línea, Equilibria proyecta una inflación del 2,1%. Esta consultora destaca una desaceleración importante, sobre todo en el rubro de alimentos y bebidas, que había sido uno de los mayores impulsores de la inflación en diciembre, debido a los aumentos en los precios de la carne. Según su análisis, el impacto de la carne en el IPC de enero fue mucho menor al que se vio en el cierre de 2024.

LCG, otra consultora relevante, también estima que la inflación fue del 2%. Sin embargo, advierte que la medición «punta a punta», es decir, el cálculo de cuatro semanas consecutivas, muestra una reducción a la mitad en el ritmo de la inflación, lo que sugiere que la desaceleración se intensifica hacia finales del mes.

EcoGo, en cambio, calcula una inflación un poco más alta, alcanzando el 2,3%. Este incremento se debe principalmente a un aumento más alto de lo esperado en los precios de los alimentos y bebidas, pero también a un repunte en los costos asociados al trabajo y a los cigarrillos, que tuvieron una incidencia significativa en el IPC de enero.

Por su parte, Analytica también prevé un aumento del 2,3%, destacando que, aunque los precios de los alimentos y bebidas siguen subiendo, la tasa de aumento ha disminuido considerablemente con respecto a los meses anteriores. Además, los precios regulados, como los de las tarifas de servicios públicos, también tuvieron un aumento menor en comparación con diciembre.

La consultora que estimó la cifra más alta para enero fue Empiria, con un 2,5%. Este número refleja un aumento moderado en los bienes y servicios regulados, como las tarifas de los servicios públicos, pero una desaceleración importante respecto al mes de diciembre.


El impacto de las tarifas y los productos básicos

El aumento de tarifas en enero, que incluyó incrementos en los precios de la electricidad, el gas y el agua, ha sido uno de los factores que ha impulsado la inflación. Si bien el Gobierno de Milei ha señalado que estos aumentos son necesarios para reducir el déficit fiscal y equilibrar las cuentas del Estado, muchas familias se ven fuertemente afectadas por el aumento en los costos de los servicios públicos.

Los alquileres, que también han subido, siguen siendo una carga pesada para muchas familias, especialmente en la Ciudad de Buenos Aires y en las principales ciudades del país, donde la escasez de oferta y la alta demanda empujan los precios al alza. Además, el incremento en los combustibles y las prepagas también ha aumentado el costo de vida, afectando tanto a la clase media como a los sectores más vulnerables.

¿Es la desaceleración una tendencia sostenible?

Aunque la inflación de enero muestra una desaceleración respecto al último trimestre de 2024, la tendencia sigue siendo preocupante. Los analistas coinciden en que las políticas del Gobierno, aunque dirigidas a reducir la inflación, aún no han logrado estabilizar los precios de manera sostenible. La presión de la deuda externa, los ajustes fiscales y el impacto de las políticas de «liberalización» económica que impulsa la gestión de Milei seguirán siendo factores que afectarán la inflación en los próximos meses.

Si bien algunas consultoras como la Fundación Libertad & Progreso y Equilibria advierten que la desaceleración podría consolidarse en los próximos meses, otros analistas son más cautos y apuntan a que las políticas económicas de ajuste podrían generar nuevos aumentos de precios, especialmente si los costos internacionales siguen presionando.

La economía en 2025: ¿hacia dónde va?

El Gobierno de Javier Milei está decidido a continuar con su estrategia económica de control del gasto público y reformas estructurales, pero los resultados no son aún definitivos. A pesar de la desaceleración parcial de la inflación en enero, el impacto en los sectores más vulnerables es profundo, y la presión sobre los precios continúa. En cuanto al futuro, será clave observar cómo evolucionan los precios internacionales de los commodities y las medidas internas de ajuste fiscal, ya que cualquiera de estos factores podría influir en la dirección de la inflación para los próximos meses.

febrero 4, 2025