En el día de ayer, el juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski llegó a uno de sus momentos más trascendentales: el jurado popular declaró culpables a todos los integrantes del conocido “Clan Sena”, cerrando así una causa que sacudió profundamente a la provincia del Chaco y que se convirtió en uno de los expedientes más sensibles de los últimos años. Con esta definición, la investigación ingresa en su etapa final, en la que la jueza técnica Dolly Fernández será quien establezca las penas definitivas.

La audiencia comenzó alrededor de las tres de la tarde en el Centro de Estudios Judiciales, donde se dispuso un fuerte operativo de seguridad debido a la gran expectativa pública. Antes de iniciar la lectura, la jueza confirmó que los doce integrantes del jurado habían alcanzado un acuerdo luego de más de un día completo de deliberación. Acto seguido, Fernández abrió el sobre sellado con los veredictos y pidió a los imputados que se pusieran de pie para escuchar la decisión.

El primer fallo leído fue el de César Sena, expareja de la víctima y principal acusado del caso. El jurado lo declaró culpable como autor del delito de homicidio agravado por el vínculo y por violencia de género, una figura que en el derecho argentino equivale a un femicidio agravado y prevé prisión perpetua. La decisión fue unánime, lo que consolidó al joven como responsable directo de la muerte de Cecilia. César escuchó el veredicto con expresión casi inmutable, sin manifestar reacción visible.

Posteriormente se dio lectura a la situación de Marcela Verónica Acuña, madre de César, quien también fue considerada por todos los jurados como partícipe primaria del femicidio. Esta calificación implica que su grado de responsabilidad es equiparable al del autor material. Minutos antes, en sus últimas palabras, Acuña había asegurado que era víctima de una persecución judicial y reiteró su inocencia.

El tercer veredicto involucró a Emerenciano Sena, dirigente social, padre de César y figura históricamente influyente en la vida política chaqueña. El jurado determinó, también por unanimidad, que actuó como partícipe primario en el plan criminal. Si bien su reacción fue mínima, había insistido ante la jueza en que era inocente antes de que el jurado se retirara a deliberar.

Además de los tres miembros del Clan Sena, el tribunal ciudadano resolvió condenar por encubrimiento agravado a José Gustavo Obregón, quien durante el juicio había expresado un pedido de disculpas “por acción u omisión”, y a Fabiana Cecilia González, ambos por unanimidad. Otro de los imputados, Gustavo Melgarejo, fue considerado culpable de un delito menor incluido, una categoría que se aplica cuando no se demuestra el delito principal pero sí algún comportamiento penalmente reprochable. En estos casos, las penas suelen ser menores y, en general, excarcelables. En contraste, Griselda Lucía Reinoso fue la única acusada que resultó absuelta, ya que los jurados determinaron por unanimidad que no fue culpable, por lo que recuperó la libertad de inmediato.

Luego del veredicto, la fiscal Nelia Velázquez expresó una profunda emoción y afirmó que “se hizo justicia por Cecilia”, recalcando que el juicio marcó “un antes y un después para la justicia chaqueña”. También recordó la complejidad del proceso, que involucró una extensa reconstrucción de hechos, análisis de restos que no permitieron obtener ADN y una gran presión social. Enfatizó, además, el desempeño responsable del jurado popular, destacando que demostraron que “se puede confiar en el pueblo”.

El abogado de la familia Strzyzowski, Gustavo Briend, celebró el resultado y sostuvo que, con este fallo, “Cecilia puede descansar en paz”. Adelantó que las penas concretas se conocerán dentro de unos diez días, en la audiencia de cesura, instancia en la que la jueza Fernández fijará formalmente la condena para cada implicado.

Desde el punto de vista legal, las figuras aplicadas en los veredictos permiten anticipar las penas que recibirían los responsables. En el caso de César Sena, el homicidio agravado por vínculo y violencia de género prevé prisión perpetua, lo que actualmente implica un mínimo de 35 años de cumplimiento efectivo antes de solicitar una revisión. Como partícipes primarios, tanto Acuña como Emerenciano Sena recibirán la misma pena prevista para el autor directo. Para Obregón y González, la figura de encubrimiento agravado tiene un rango de 3 a 10 años de prisión. En cuanto a Melgarejo, el delito menor incluido probablemente se traduzca en una pena de 6 meses a 3 años, lo que podría permitir su excarcelación.

El camino hacia este veredicto fue extenso y tenso. La deliberación del jurado comenzó el viernes, pero al no alcanzar un acuerdo, la jueza dispuso un cuarto intermedio. El sábado retomaron el análisis desde las 8 de la mañana, con un límite fijado a las 14 horas para llegar a una conclusión. Finalmente, alrededor de las 14:22, el Poder Judicial del Chaco confirmó oficialmente que había unanimidad respecto de cada imputado. Según explicó Briend, este retraso era esperable por la complejidad del caso y por la cantidad de imputados y alternativas legales en juego.

A lo largo del proceso, el clima dentro y fuera de la sala fue de extrema tensión. Durante la mañana del sábado, decenas de personas se concentraron frente al edificio judicial con banderas y carteles pidiendo justicia por Cecilia. El silencio y la expectativa crecieron a medida que pasaban las horas, hasta que el anuncio del veredicto generó una mezcla de alivio, emoción y profundo impacto colectivo. Con esta decisión, uno de los casos más conmocionantes para el Chaco comienza a encaminarse hacia su cierre judicial, aunque las repercusiones sociales y políticas seguirán resonando durante mucho tiempo.

noviembre 16, 2025