La situación en la salud está cada vez más complicada, y un dato muy preocupante es lo que pasa con el acceso a los medicamentos. Desde noviembre de 2023 hasta enero de 2024, los remedios más recetados aumentaron su precio más del doble: un 111% de suba, mientras que la inflación en ese mismo período fue del 70%. Esto tuvo un impacto brutal en la gente, que terminó comprando muchísimo menos.
Los números son alarmantes: en enero de 2024 se dejaron de vender casi 11 millones de envases de medicamentos, comparado con enero de 2023. Pero si se mira la comparación con octubre de 2023, justo antes de que el gobierno desregulase los precios, la caída en la compra es aún peor: un 26% menos, casi 18 millones de unidades mensuales que dejaron de comprarse.
¿Por qué pasa esto? Desde el Centro de Profesionales Farmacéuticos de Argentina (CEPROFAR) explican que durante el gobierno anterior había unos acuerdos con los laboratorios para regular, aunque fuera de forma voluntaria, los precios de los medicamentos. Cuando esos acuerdos terminaron, los precios empezaron a subir sin control. Y no solo eso: durante todo 2023, los precios de los remedios subieron un 319%, muy por encima de la inflación anual que fue del 211%.
Esta brutal suba de precios golpea directamente a la gente que necesita medicamentos para tratar enfermedades crónicas, para sus hijos o simplemente para aliviar dolores comunes. Y claro, cuando los remedios se vuelven inaccesibles, muchos terminan dejando de comprarlos, con todo lo que eso implica para su salud.
Un problema que también afecta es la falta de cumplimiento de la ley 25.649, que establece que los médicos deben prescribir los medicamentos por su nombre genérico, no por la marca. Esto ayudaría a que la gente pueda acceder a remedios más económicos, ya que muchas veces las recetas incluyen marcas caras sin justificación, lo que encarece aún más la compra.
Además, se ven grandes diferencias de precio en medicamentos muy usados como omeprazol (para el estómago), losartan (para la presión), paracetamol o ibuprofeno (para el dolor), y antibióticos como ciprofloxacina, entre otros. La variedad de precios hace que para algunas personas sea imposible costear el remedio que necesitan.
Los farmacéuticos también remarcan que el informe excluye los medicamentos que están dentro del convenio con PAMI, ya que esos tienen precios más bajos y están más regulados, pero lamentablemente eso no alcanza para cubrir a toda la población.
En resumen, la gente está comprando menos remedios porque los precios se fueron por las nubes y ya no dan. Esto es un reflejo claro de la crisis social que atraviesa el país, donde la salud de mucha gente está en riesgo porque no puede pagar lo básico para cuidarse.
