El Centro Cultural Recoleta (CCR), uno de los espacios artísticos más emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires, celebra este año su 45.º aniversario con una programación especial que rinde homenaje a su historia, su arquitectura y su compromiso con la producción contemporánea. Este jueves 30 de octubre, a las 18 horas, el público podrá asistir a la inauguración de cuatro nuevas exposiciones que ocuparán diversas salas del edificio y que proponen un recorrido por distintas miradas del arte argentino.
Las muestras podrán visitarse de martes a viernes de 12 a 21, y los sábados, domingos y feriados de 11 a 21, en la tradicional sede del Recoleta, ubicada en Junín 1930, a pasos del Cementerio y de la Basílica del Pilar.
Un homenaje a los orígenes del Recoleta
Entre las exposiciones más destacadas de esta nueva temporada figura “Artistas y arquitectos. Bedel, Benedit y Testa”, una muestra que funciona como columna vertebral de las celebraciones por el aniversario del centro. Curada por Cecilia Rabossi, se desplegará en las salas 7, 8 y 9, y estará dedicada a los tres creadores que, a comienzos de los años ochenta, idearon el proyecto arquitectónico que dio origen al actual Centro Cultural Recoleta.
La exposición pone el foco en el proceso de transformación del antiguo Asilo de Ancianos General Viamonte, una construcción de fines del siglo XIX, en un espacio moderno dedicado al arte y la cultura. El proyecto de reciclaje y remodelación, desarrollado entre 1979 y 1983, fue liderado por Jacques Bedel, Luis Fernando Benedit y Clorindo Testa, tres figuras que marcaron la escena artística y arquitectónica argentina del siglo XX.
Además de mostrar planos, maquetas, fotografías y documentación de aquel proceso fundacional, la muestra propone un diálogo entre esa experiencia arquitectónica y la obra plástica de los tres artistas. Bedel, Benedit y Testa fueron, además, miembros del Grupo de los Trece, una formación de artistas e intelectuales nucleados en el Centro de Arte y Comunicación (CAyC), que impulsó una renovación estética y conceptual en la Argentina de los años setenta y ochenta. La exposición recupera así el espíritu experimental y colaborativo de aquellos años, cuando el arte, la arquitectura y la reflexión social convergían en proyectos colectivos.
El agua como territorio poético y político
En la sala 4, el CCR presentará “Lo que arrastra la corriente”, una propuesta curada por Mercedes Lozano y Violeta González Santos que invita a pensar el agua y los ríos no solo como elementos naturales, sino también como espacios de vida, memoria y conflicto.
A través de las obras de María Daud, Agustín Míguez e Inés Tillous, la muestra pone en diálogo distintas cuencas fluviales de Argentina, entendidas como territorios en los que confluyen lo ambiental, lo social y lo simbólico. Las artistas y los artistas abordan el agua como derecho humano, como espacio público compartido y también como un territorio afectivo, donde las comunidades construyen vínculos, historias y resistencias.
“Lo que arrastra la corriente” se presenta como una experiencia sensorial y reflexiva, en la que la imagen, el sonido y la instalación se combinan para transmitir la vitalidad y la fragilidad del ecosistema hídrico argentino.
Intimidad, cuerpo y autorretrato
Otra de las propuestas es “Ombligo”, exhibida en la sala 10 bajo la curaduría de Nicolás Cuello. Esta muestra reúne obras de los artistas Jazmín Kullock y Porkeria Mala, quienes exploran, a través del género del autorretrato, la dimensión social de lo íntimo.
La exposición incluye pinturas de gran formato y una extensa serie de esculturas blandas, donde los materiales y las formas se combinan para expresar un universo corporal, visceral y emotivo. “Ombligo” propone pensar el cuerpo no solo como un tema de representación, sino como un espacio de experiencia, identidad y resistencia.
En esta propuesta, la introspección personal se convierte en una reflexión colectiva sobre el género, el deseo y las construcciones sociales que atraviesan la identidad contemporánea. Las obras apelan a lo sensorial y a lo afectivo, buscando interpelar al espectador desde la vulnerabilidad y la potencia del propio cuerpo.
Geometría, precisión y fuerza simbólica
Finalmente, en la sala 13, se presenta “Punto de mira. Dianas y blancos geométricos en las pinturas de María Martha Pichel”, curada por Laura Isola. La artista propone una serie de trabajos en los que la geometría se combina con una fuerte carga simbólica y una intensa relación con el cuerpo y la acción.
Las obras de Pichel plantean una tensión entre orden y energía, entre la exactitud de las formas y la fuerza emocional del gesto. Los blancos concéntricos, las líneas y las dianas funcionan como metáforas visuales del foco, la concentración y el impacto, invitando al público a reflexionar sobre el acto de mirar y el modo en que la precisión geométrica puede convertirse en un lenguaje poético.
45 años de un espacio icónico
Con estas cuatro exposiciones, el Centro Cultural Recoleta reafirma su rol como un espacio de encuentro, experimentación y memoria. Desde su creación en 1980, el CCR ha sido escenario de innumerables muestras, conciertos, festivales y actividades que marcaron la vida cultural de la ciudad. Su arquitectura, mezcla de historia y modernidad, sigue siendo un símbolo de la transformación del patrimonio urbano en un ámbito de creatividad.
La celebración de los 45 años no solo recuerda la visión de aquellos artistas y arquitectos que imaginaron el Recoleta como un espacio abierto e interdisciplinario, sino que también proyecta su espíritu hacia el futuro, apostando por nuevas generaciones de creadores y públicos.
🕒 Visitas:
De martes a viernes de 12 a 21.
Sábados, domingos y feriados de 11 a 21.
📍 Dirección: Junín 1930, Ciudad de Buenos Aires.
