Cada 23 de julio, Argentina rinde homenaje a una de sus expresiones culturales más emblemáticas: el Día del Payador. Esta celebración conmemora la histórica payada que tuvo lugar en 1884 entre dos grandes exponentes del arte popular criollo: Gabino Ezeiza y Juan de Nava. Más que un simple enfrentamiento de versos, aquella jornada marcó un antes y un después en la identidad cultural argentina y en el legado de la música y la poesía popular.
Origen del Día del Payador
La fecha del 23 de julio fue elegida para recordar aquella memorable payada que se realizó en Buenos Aires y que enfrentó a Gabino Ezeiza, oriundo de La Matanza, y Juan de Nava, un reconocido payador entrerriano. Este evento no solo simbolizó la rivalidad artística entre dos grandes poetas y músicos, sino que también consolidó la payada como un género de expresión popular arraigado en el folclore argentino.
La payada, arte que mezcla poesía improvisada con guitarra, se originó en las tradiciones rurales de los pueblos criollos y gauchos. En sus versos, los payadores expresan vivencias, anécdotas, críticas sociales y humor, haciendo del intercambio poético un espectáculo tanto de destreza verbal como de sensibilidad musical.
Gabino Ezeiza y Juan de Nava: Íconos del arte popular
Gabino Ezeiza (1858-1916) fue un payador legendario, reconocido por su habilidad para improvisar versos con rapidez y profundidad. Se lo recuerda especialmente por sus letras que reflejaban el sentir del pueblo y las tradiciones gauchas. Su estilo y carisma conquistaron a públicos de distintas regiones y generaciones.
Juan de Nava, por su parte, fue otro maestro del género que, aunque menos mediático, supo representar con orgullo la identidad de su tierra natal, Entre Ríos. Su participación en aquella histórica payada quedó registrada como un símbolo de la riqueza cultural y la diversidad regional argentina.
La payada: un arte vivo que perdura
Desde aquel evento de 1884, la payada se consolidó como una tradición cultural que sobrevivió al paso del tiempo, resistiendo los embates de las nuevas formas de entretenimiento y tecnología. En la Argentina contemporánea, el género sigue vivo, sobre todo en festivales folclóricos, encuentros gauchescos y celebraciones populares.
Los payadores modernos continúan la tradición de la improvisación, a menudo enfrentándose en duelos poéticos conocidos como “contrapuntos”, donde la habilidad para responder con ingenio y gracia es fundamental. Estos espectáculos atraen tanto a aficionados al folclore como a nuevas generaciones que descubren en la payada un vínculo con sus raíces.
La importancia cultural y social del Día del Payador
El Día del Payador no es solo un homenaje a una modalidad artística, sino también un reconocimiento a la importancia del lenguaje, la oralidad y la identidad en la historia argentina. La payada representa la voz del pueblo, la narración de sus alegrías y penas, y la preservación de una herencia cultural única.
En escuelas, bibliotecas, centros culturales y radios comunitarias, cada 23 de julio se realizan actividades para difundir este arte: recitales, talleres, charlas y encuentros con payadores. Estas iniciativas buscan mantener viva la tradición, fomentar el conocimiento sobre sus orígenes y promover la apreciación del folclore argentino en toda su diversidad.
La payada más allá de la frontera argentina
Aunque profundamente arraigada en la cultura argentina, la payada también forma parte de las tradiciones de países vecinos como Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil. Esto refleja la riqueza compartida del Cono Sur y la importancia de la música y la poesía como herramientas para construir identidad y comunidad.
El futuro de la payada: innovación y tradición
En los últimos años, algunos jóvenes artistas han incorporado nuevos elementos a la payada, fusionándola con géneros como el rap y la música urbana, lo que ha generado un renovado interés en este arte tradicional. Sin perder la esencia de la improvisación y el enfrentamiento verbal, estas nuevas formas permiten que la payada llegue a audiencias más amplias y diversas.
Conmemoración nacional y eventos destacados
El Día del Payador se celebra con gran entusiasmo en distintas provincias argentinas. En Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y La Pampa, se organizan festivales que reúnen a payadores consagrados y emergentes, fortaleciendo el diálogo intergeneracional y cultural. En muchos de estos encuentros, se recrean la histórica payada entre Gabino Ezeiza y Juan de Nava, reviviendo ese momento fundacional.
Además, medios de comunicación, desde radios hasta plataformas digitales, dedican espacios especiales para difundir la historia, la música y los versos de los payadores, reforzando el vínculo entre el público y esta expresión cultural.
Un legado de palabra y guitarra
El Día del Payador es un recordatorio anual de la importancia de la palabra cantada y el verso improvisado en la construcción de la identidad argentina. Gracias a la memoria de figuras como Gabino Ezeiza y Juan de Nava, la payada sigue siendo un testimonio vivo del alma criolla, un arte que, con su riqueza lírica y musical, continúa emocionando y enseñando a generaciones.
En tiempos donde la inmediatez y la digitalización predominan, la payada nos invita a detenernos, a escuchar, a compartir historias en la voz de quienes mantienen viva esta tradición centenaria. Por eso, cada 23 de julio, Argentina celebra a sus payadores, guardianes del verso libre y la guitarra, auténticos narradores de su historia y cultura popular.