El Congreso se encamina hacia una semana de alta tensión política. Tras la derrota electoral sufrida por el oficialismo en la provincia de Buenos Aires, la Casa Rosada se enfrenta ahora a nuevos desafíos en el Parlamento, donde la oposición busca anular los vetos presidenciales a dos leyes sensibles: el Financiamiento Universitario y la declaración de Emergencia en Pediatría.
Ambas normas fueron aprobadas por el Congreso con amplio consenso, pero luego fueron vetadas por el presidente Javier Milei en un momento políticamente delicado para su gobierno. La decisión generó un fuerte rechazo tanto en el ámbito académico como en el sector de la salud pública, y ahora Diputados se alista para intentar revertir esos vetos.
La sesión está prevista para el miércoles y promete un fuerte enfrentamiento entre el oficialismo y la oposición, que ya cuenta con los números necesarios para imponerse. Si logran reunir los dos tercios de los votos requeridos, las leyes vetadas volverán a entrar en vigencia, pese al rechazo del Ejecutivo.
Desde el gobierno nacional reconocen internamente que tienen pocas chances de frenar la ofensiva opositora en estos temas. Por eso, han decidido concentrar sus esfuerzos en defender el veto presidencial a la ley que regula la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), otra iniciativa que podría avanzar en el Congreso si no logran contener a los legisladores aliados.
Mientras tanto, crece la tensión en las calles. El ámbito universitario se moviliza para realizar una tercera marcha federal en defensa de la educación pública, con fuerte participación de docentes, estudiantes y autoridades de casas de estudio de todo el país. La protesta se perfila como una de las más masivas del año y coincidirá con el debate legislativo, lo que aumenta la presión sobre el oficialismo.
La comunidad educativa viene reclamando desde hace meses por un aumento del presupuesto destinado a las universidades nacionales, que denuncian una grave situación financiera debido a la falta de actualización de partidas y la suba de costos. La situación se agravó tras el veto presidencial, que dejó sin efecto una ley que garantizaba el financiamiento mínimo para el funcionamiento de las instituciones de educación superior.
En paralelo, el sector de la salud infantil también expresó su malestar por el veto a la ley que declaraba la Emergencia en Pediatría, impulsada tras el colapso de varios hospitales públicos y la creciente demanda de atención médica en niños. El Hospital Garrahan, uno de los centros más emblemáticos del país en medicina pediátrica, se encuentra entre los principales afectados por la falta de recursos, lo que ha generado preocupación en la sociedad civil y entre los profesionales de la salud.
En este contexto, la sesión del miércoles no solo definirá el futuro inmediato de estas leyes, sino que también marcará un nuevo capítulo en la relación entre el Congreso y el Poder Ejecutivo. El gobierno de Javier Milei enfrenta un Congreso cada vez más activo y dispuesto a disputar decisiones clave, lo que podría complicar su agenda legislativa en los próximos meses.
Con una oposición unida en torno a temas sensibles para la ciudadanía, el oficialismo deberá encontrar nuevas estrategias para evitar que la pérdida de apoyos parlamentarios termine por desestabilizar su gestión. La Casa Rosada, por ahora, apuesta a resistir en lo que considera «batallas posibles», mientras observa cómo se acumulan derrotas políticas en el frente legislativo.
