En una noche empapada por una lluvia implacable en el estadio Tomás A. Ducó, Huracán dijo adiós a la Copa Sudamericana 2025 tras caer por 3‑1 ante Once Caldas en el partido de vuelta de los octavos de final, y 4‑1 en el marcador global.
El Globo arrancó con buen pie: apenas al cuarto de hora, Matko Miljevic transformó un penal en el 1‑0 parcial, generando entusiasmo en la afición local. Pero la respuesta visitante no se hizo esperar: Dayro Moreno, con su jerarquía habitual, marcó el empate con una cabezazo que reavivó la serie.
La primera mitad, que ya había sido pareja, se complicó para Huracán cuando Juan Francisco Bisanz recibió tarjeta roja por un codazo sancionado tras revisión del VAR. Quedarse con diez jugadores hizo cuesta arriba la segunda etapa.
En el complemento, el desarrollo se tornó descontrolado. Once Caldas capitalizó la superioridad numérica y llegó el tanto de Michael Barrios, quien no solo convirtió sino que también vio la roja tras festejar sujetando del cuello al rival Mateo García. La caída emocional del Globo quedó sellada.
Con nueve jugadores en cancha, la resistencia fue casi imposible. Dayro Moreno, infalable, puso el 3‑1 definitivo en el global y certificó el pase del equipo colombiano a los cuartos de final, donde enfrentará al que surja entre Independiente del Valle y Mushuc Runa.
Desde un planteo inicial que invitaba al optimismo —un gol y fútbol— la historia viró abruptamente. La roja a Bisanz en la primera parte fue un punto de inflexión: «Huracán no fue eficaz ni inteligente y se despidió de la Copa Sudamericana ante Once Caldas» fue el titular lapidario de ESPN.
El dominio territorial cedió paso a la impaciencia. La expulsión de Miljevic por su reacción exacerbada fue el golpe de gracia. El Globo, ya reducido en número, fue presa fácil del rival que supo administrar su ventaja con oficio.
El partido, marcado por la lluvia torrencial que anegó el campo y complicó la fluidez del juego, terminó de definir el destino de Huracán como equipo eliminado. Once Caldas, contrastando, se mostró eficaz, emotivo y con temple para la instancia decisiva.
Lo que queda para Huracán tras este golpe
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Análisis deportivo: Huracán empezó la serie bien, pero se desmoronó ante las adversidades. La expulsión de Bisanz fue determinante, pero el castigo mayor fue emocional: Miljevic, frustrado, cometió un error de proporciones. El equipo deberá revisar su disciplina, manejo de emociones y estrategia bajo presión.
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Planificación futura: Con una eliminación tan abrupta, la dirigencia debe evaluar la continuidad del cuerpo técnico y su capacidad para reconstruir un equipo competitivo. La temporada doméstica pedirá respuestas rápidas.
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Refuerzos y mentalidad: El club tiene que replantearse su plantilla y enfoque. Lealtad, concentración y solidez colectiva serán claves para evitar una nueva caída en competencias internacionales.
La Sudamericana 2025 también dejó para la memoria colectiva la clasificación del Globo a octavos gracias a otro empate sin goles —esta vez en Bogotá frente a América de Cali bajo otro aguacero—, lo que impulsó optimismo en Parque Patricios.