17 de noviembre de 2025
A más de un día del gigantesco incendio que devastó el polígono industrial de Carlos Spegazzini, en el partido bonaerense de Ezeiza, comienzan a tomar fuerza nuevas hipótesis sobre el origen del siniestro, que arrasó siete plantas fabriles y dejó un paisaje de absoluta desolación. Entre las versiones más relevantes, se investiga si durante los días previos hubo un presunto escape de gas en Logischem, la empresa dedicada al almacenamiento y manipulación de productos químicos donde, según los primeros testimonios, se habría desencadenado la explosión inicial.
El fuego, que movilizó a más de 900 bomberos pertenecientes a 70 dotaciones de distintos distritos, fue controlado recién en las primeras horas del sábado. Aunque los focos principales ya no presentaban riesgo de expansión, seguían activos puntos calientes y emanaciones de humo blanco que se elevaban sobre lo que quedaba de las estructuras metálicas torcidas, el único rastro reconocible de las plantas destruidas.
Investigación preliminar y sospechas por un escape de gas
Mientras el área permanecía acordonada, fuentes vinculadas a la emergencia señalaron que durante la semana anterior se había reportado un inconveniente por un posible escape de gas en las instalaciones de Logischem. Según detallaron, técnicos acudieron a revisar la situación y descartaron cualquier fuga significativa. Sin embargo, aún no está claro si esa inspección fue realizada por un gasista matriculado contratado por la empresa o si fue efectuada por personal de Metrogas, la distribuidora oficial del área. La determinación de ese punto será clave para establecer si hubo negligencia y si la planta debía haber sido clausurada temporalmente.
Recién mañana —afirman desde el entorno judicial— comenzarán las pericias formales a cargo de bomberos especializados y de la Policía Científica de la Provincia. La causa quedó bajo la supervisión de la fiscal Florencia Belloc, titular de la UFI N.º 1 de Ezeiza.
Destrucción en el polígono industrial
En un primer momento, algunos medios informaron erróneamente que el incendio había comenzado en el Parque Industrial de Spegazzini. No obstante, luego se confirmó que ocurrió en el polígono industrial, un sector externo donde operan 25 compañías, de un total de 420 registradas en el distrito.
Las temperaturas durante las explosiones superaron los 400°C, lo que provocó el colapso casi instantáneo de las estructuras de cinco de las siete fábricas comprometidas. Donde antes había depósitos y naves industriales, solo quedan montículos de hierro calcinado y restos de mampostería derrumbada.
Afortunadamente, sin víctimas fatales
El operativo sanitario trasladó a 24 personas a diferentes centros de salud del área, aunque la mayoría fue dada de alta pocas horas después. No se registraron fallecidos, y solo permanece internado en terapia intensiva un hombre que sufrió un infarto en medio de la conmoción. Además, una mujer embarazada fue atendida preventivamente debido a la inhalación de humo.
El fuego avanzó sobre Iron Mountain y otras plantas
Después de la explosión inicial en Logischem, las llamas se extendieron con rapidez hacia varias empresas vecinas. Una de las más afectadas fue Iron Mountain, que había abierto recientemente un depósito documental utilizado para resguardar información sensible tanto del sector público como del ámbito privado.
La destrucción total de esa planta generó inquietud inmediata por el antecedente del trágico incendio ocurrido hace once años en el barrio porteño de Barracas, donde el derrumbe de una de sus paredes ocasionó la muerte de ocho bomberos y dos agentes de Defensa Civil. En aquella oportunidad, la Justicia determinó que el fuego había sido intencional, lo que alimenta hoy, inevitablemente, suspicacias y comparaciones.
Además de Iron Mountain, también resultaron arrasadas las instalaciones de Plásticos Lago, Larroca Minería, Almacén de Frío y Aditivos Alimentarios, lo que incrementa la magnitud del daño económico y operativo para el tejido industrial local.
El presidente de la Unión Industrial de Ezeiza, Roberto Weiss, confirmó que la secuencia comenzó “en el depósito químico de Logischem” y que, tras una serie de explosiones, las llamas saltaron hacia Iron Mountain y luego siguieron avanzando sobre otras plantas, destruyéndolas por completo.
El intendente de Ezeiza, Gastón Granado, reforzó esa versión y remarcó que el depósito destruido de Iron Mountain almacenaba “documentación sensible de organismos estatales”, lo que motivó que áreas del gobierno nacional iniciaran consultas internas para evaluar qué información pudo haberse perdido.
Otro incendio importante: una textil destruida en Villa Celina
El sábado a la tarde, mientras continuaban los trabajos en Spegazzini, un nuevo incendio de magnitud se desató en una fábrica textil de Villa Celina, en el partido de La Matanza. El siniestro comenzó pasadas las 15 en un predio ubicado sobre la calle Olavarría al 2100 y, según informó el jefe de seguridad de la empresa, Simón Abraham, se habría originado por una falla eléctrica.
Diez dotaciones de bomberos trabajaron para contener el avance del fuego, alimentado por grandes volúmenes de telas, espumas y otros materiales altamente inflamables. Pese a la rápida intervención, el edificio quedó completamente destruido. Afortunadamente, la fábrica no estaba operativa al momento del estallido y no se encontraban empleados dentro del predio. Sin embargo, varios vecinos tuvieron que ser evacuados por la densa nube de humo tóxico que cubrió varias cuadras.
