Con un discurso enfocado en la seguridad, el equilibrio fiscal y una defensa enfática de su gestión, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, inauguró este sábado el período de sesiones ordinarias de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Durante casi 50 minutos, anunció tres nuevos proyectos de ley, respaldó la política económica del Gobierno nacional y lanzó duras críticas hacia la oposición, a la que acusó de intentar boicotear su administración.

Desde el estrado legislativo, Macri desplegó un mensaje con múltiples capas: reafirmó su alineamiento con el presidente Javier Milei, dejó en claro que busca una Ciudad más autónoma, endureció su discurso sobre seguridad, y envió una advertencia directa a quienes, desde dentro y fuera de la Legislatura, buscan cuestionar su rumbo político.

Tres proyectos clave y una agenda de mano dura

Macri aprovechó el inicio del ciclo legislativo para anunciar el envío de tres proyectos de ley que, según afirmó, marcarán el eje de su agenda en 2025. El primero propone modificar el Código Contravencional para endurecer penas contra los trapitos, figura que su gestión asocia con desorden urbano y actividad ilegal en el espacio público.

El segundo impulsa la creación del Servicio Penitenciario de la Ciudad, en línea con su reclamo histórico por una autonomía judicial plena, y el tercero es una ley de “emergencia autonómica”, que apunta a exigir al Congreso nacional la concreción de los convenios de traspaso de competencias pendientes.

«La Ciudad aporta el 20% al PBI nacional. Si a la Ciudad le va bien, también le va a ir bien al país», subrayó Macri, y sostuvo que el reclamo por mayor autonomía no es caprichoso sino estructural: “No podemos seguir teniendo presos donde no pueden ni deben estar y donde son un peligro para todos”.

Dardos a Kicillof y el fantasma de la inseguridad

En un momento particularmente sensible para la seguridad pública tras varios crímenes que conmocionaron al país, Macri utilizó la tribuna legislativa para lanzar un mensaje directo al gobernador bonaerense Axel Kicillof. «Sería mucho más fácil si el gobernador Kicillof asumiera seriamente la lucha contra el crimen», disparó, contrastando la política de seguridad porteña con la del territorio bonaerense.

Además, aludió a los recientes asesinatos de efectivos policiales en la Provincia y sostuvo que su gobierno trabaja para que Buenos Aires “siga siendo una de las ciudades más seguras de América Latina”.

Apoyo a Milei y defensa del ajuste

Macri también dedicó buena parte de su discurso al plano económico. Destacó con énfasis el “buen trabajo” del Gobierno de Javier Milei en el ordenamiento de la macroeconomía y se alineó con la narrativa oficial del Ejecutivo nacional: “Millones de argentinos siguen acompañando con esperanza. Hoy se vislumbra un escenario donde el crecimiento es posible”.

En ese contexto, reivindicó su propia gestión en términos fiscales: “Hemos hecho un culto del equilibrio fiscal. No necesitamos que nos enseñen cómo hacerlo”, afirmó en clara alusión al bloque libertario porteño, que no apoyó su presupuesto 2025.

Como ejemplo, mencionó que su administración redujo el gasto un 8,6%, eliminó el 10% de los cargos políticos, dio de baja cerca de 10 mil contratos, y recortó en un 18% la planta de asesores y personal político.

“Se puede ser tan eficiente como eficaz cuando, en vez de querer eliminar el Estado, se lo gestiona con austeridad, prudencia y responsabilidad”, enfatizó, tomando distancia de la retórica más radical del mileísmo sin romper con su respaldo general al proyecto presidencial.

Línea F y desarrollo urbano

En medio de un panorama económico adverso, Macri sorprendió con un anuncio de obra pública: la construcción de la Línea F del subte, una promesa de largo aliento que había sido postergada durante años por problemas financieros y de planificación.

“Gracias a la estabilidad lograda, podemos anunciar el inicio de la Línea F”, aseguró, aunque no detalló fechas ni fuentes de financiamiento. Se trata de una línea que uniría los barrios de Barracas y Palermo, cruzando el eje este-oeste de la Ciudad.

Cuestionamientos a la Justicia federal y pedido de colaboración

Respecto al problema de presos alojados en comisarías y alcaidías, Macri volvió a poner el foco en la falta de competencias penitenciarias plenas en la Ciudad. “Desde que esta Ciudad se creó, nunca tuvimos ni la Justicia plena ni el Servicio Penitenciario”, argumentó.

Aclaró que la Ciudad avanza en la construcción de una cárcel en Marcos Paz, pero remarcó que se necesita una solución más profunda y coordinada. “Esto no se resuelve de golpe. Mientras los delitos sean federales, los presos son del Servicio Penitenciario Federal”, señaló.

También pidió al Gobierno nacional una colaboración más activa: “Lo que está en juego es cuidar a los porteños”, sostuvo.

A la oposición: “No fueron votados para boicotear”

Uno de los pasajes más tensos del discurso fue su mensaje directo a la oposición legislativa. “No fueron votados para boicotear al Gobierno de la Ciudad ni para obstruir su buen funcionamiento”, dijo Macri, en tono desafiante, especialmente hacia los bloques libertarios que le han planteado disidencias crecientes.

Pidió que el año electoral no se convierta en una parálisis legislativa: “Podemos tener distintas identidades y banderas, pero de lo que no hay dudas es que los argentinos eligieron un cambio. Exigen más soluciones y menos peleas. Los porteños nos eligieron para darles respuestas, no para ver quién tiene más likes”.

Balance y posicionamiento político

El discurso de Jorge Macri no solo inauguró el ciclo legislativo: marcó un posicionamiento político estratégico en un año clave, donde no hay elecciones ejecutivas, pero sí una creciente puja por el rumbo de los gobiernos local y nacional.

Al respaldar a Milei en términos macroeconómicos, sin adoptar la línea más confrontativa del libertarismo duro, y al mostrar una gestión que busca diferenciarse tanto del kirchnerismo como del radicalismo, Macri se presenta como una figura de orden, moderación y mano firme, una imagen que busca consolidar de cara al escenario político de 2026 y más allá.

marzo 2, 2025