En el marco de la conmemoración por el Día de San Cayetano, la Confederación General del Trabajo (CGT), junto con las dos CTA y diversas organizaciones sociales, se movilizó este miércoles a Plaza de Mayo con un fuerte mensaje dirigido al gobierno de Javier Milei. La principal central sindical del país expresó su rechazo a las políticas económicas impulsadas por el Ejecutivo, que —según denuncian— se traducen en pérdida de empleos, deterioro de derechos laborales y desmantelamiento del Estado.

Durante el acto central, las organizaciones leyeron un documento titulado “La inclusión y el bien común contra la cultura del descarte”, donde criticaron duramente el rumbo económico y social del Gobierno nacional. “No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras se incrementan la desigualdad, la precarización laboral y se fragmenta aún más el tejido productivo y social del país”, advirtieron.

El texto remarcó que el trabajo es un derecho fundamental y no un privilegio. “Es la base de la dignidad humana y el principal organizador de la vida social”, subrayaron los gremialistas, al tiempo que reclamaron que “el ajuste económico no debe hacerse sobre la espalda de los trabajadores ni a costa de la destrucción del empleo”.

Además, denunciaron el vaciamiento de sectores estratégicos del Estado, como el Hospital Garrahan, el INTA, Vialidad Nacional, el CONICET y el Instituto Nacional del Cáncer. “El cierre o la desinversión en estas áreas clave refleja una política insostenible y profundamente dañina para el conjunto de la sociedad”, sostuvieron.

Uno de los pasajes más enfáticos del documento fue el rechazo a las medidas que limitan las negociaciones paritarias, restringen derechos laborales o impulsan la reducción del Estado bajo el argumento de mejorar la eficiencia. “No avalamos políticas que recorten derechos ni que eliminen conquistas históricas del movimiento obrero”, afirmaron.

A pesar del tono crítico, la CGT volvió a tender una mano al diálogo institucional, dejando en claro que aún están dispuestos a participar en mesas de negociación con el Gobierno. “Creemos en el diálogo social como un instrumento fundamental para alcanzar consensos y construir políticas públicas que nos permitan salir de esta crisis estructural que afecta, sobre todo, a los sectores más vulnerables”, explicaron.

La central sindical también se refirió al estilo comunicacional del presidente Javier Milei, al que señalaron como un obstáculo para la democracia. “La descalificación constante, los agravios y la violencia verbal desde el poder no contribuyen a un debate sano ni al fortalecimiento del sistema democrático”, remarcaron.

Por otra parte, los gremios presentes hicieron hincapié en su objetivo de construir una sociedad con mayores niveles de inclusión y justicia social. “Queremos un país donde nadie sea descartable, donde los pobres no sean tratados como enemigos y los excluidos no sean culpabilizados por su situación”, afirmaron desde el escenario montado frente a la histórica Plaza.

En el cierre, los representantes de la CGT reafirmaron su compromiso con los valores fundacionales del movimiento obrero: “Este 7 de agosto, en el día de San Cayetano, renovamos nuestra lucha por el trabajo digno, la justicia social, la democracia participativa y un país donde todos tengan una oportunidad”.

Con esta movilización, la central obrera deja en claro que no abandonará las calles ni el reclamo activo mientras continúe el rumbo actual del Gobierno. Aunque con apertura al diálogo, advierten que seguirán defendiendo el empleo y los derechos laborales como pilares irrenunciables.

agosto 7, 2025