La Confederación General del Trabajo (CGT) confirmó una nueva manifestación para el próximo 18 de diciembre, en la que expresará su rechazo al Proyecto de Ley de Modernización Laboral impulsado por el Gobierno nacional. La convocatoria, que tendrá como destino final la tradicional Plaza de Mayo, comenzó a tomar mayor volumen político y sindical luego de que distintas organizaciones gremiales anunciaran formalmente su adhesión. Entre las entidades que ya comunicaron su participación se encuentran la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), lo que garantiza una movilización masiva y de alcance federal.

Los preparativos para la jornada entran en etapa de definición este viernes 12 de diciembre, fecha en la que se reunirá el comité responsable de la organización de la marcha. En ese encuentro se delinearán los últimos ajustes logísticos y estratégicos, en un contexto marcado por la tensión social generada tras la presentación de la reforma laboral que el presidente Javier Milei envió al Senado. La iniciativa oficial fue ampliamente debatida en las comisiones parlamentarias y generó un fuerte rechazo de las centrales obreras, que consideran el proyecto una alteración profunda del sistema de derechos laborales vigente.

La CGT anticipó que la movilización del 18 será el puntapié inicial de un plan de lucha progresivo, que incluirá una serie de medidas escalonadas en el tiempo. Los gremios sostienen que el proyecto gubernamental representa un retroceso en materia de derechos, ya que flexibiliza condiciones de contratación, simplifica las vías de despido y introduce restricciones que afectan el derecho a huelga en sectores considerados esenciales. También cuestionan modificaciones que, según la central obrera, erosionan garantías históricas protegidas por el artículo 14 bis de la Constitución Nacional.

Entre los puntos más controvertidos se encuentran la creación de un Banco de Horas, que permitiría ampliar o reducir la jornada según la demanda de cada empresa; la posibilidad de estirar la jornada laboral hasta las 12 horas diarias; modificaciones en el régimen de licencias y vacaciones; y nuevas restricciones sobre el ejercicio del derecho a la protesta. Para la CGT, estas medidas alteran el equilibrio entre empleadores y trabajadores e introducen un modelo que, en su opinión, expone a los asalariados a condiciones más precarias.

ATE formaliza su adhesión

La Asociación de Trabajadores del Estado también confirmó que será parte activa de la manifestación. Su secretaria general adjunta, Mercedes Cabezas, difundió un comunicado donde anunció que la organización no solo participará de la marcha en Buenos Aires, sino que además impulsará acciones directas en todo el país para reforzar la protesta. Según la dirigente, el sindicato considera imprescindible defender los derechos adquiridos por el personal estatal ante un proyecto que, a su juicio, debilita la estructura del empleo público.

Cabezas cuestionó el modelo que propone el Gobierno, al que describió como un esquema que busca reducir la presencia del Estado en áreas clave mientras fortalece su función represiva. Según planteó, el oficialismo pretende instalar un Estado que limita derechos, recorta recursos y se sirve del temor para desmovilizar a los trabajadores. En su lectura, las políticas recientes no solo afectan a quienes dependen directamente del Estado, sino también al conjunto del aparato productivo y a los sectores más vulnerables de la sociedad.

La dirigente remarcó que ATE, junto con las dos CTA, acompañará la marcha convocada por la CGT porque existe un consenso creciente respecto de que la reforma laboral “pone en riesgo la estabilidad, las condiciones básicas de trabajo y el funcionamiento integral de la administración pública”. En ese sentido, sostuvo que la iniciativa oficial no se limita a una reestructuración técnica, sino que constituye un cambio profundo que podría redefinir la relación entre el Estado y sus trabajadores.

La UOM define punto de encuentro

Por su parte, la Unión Obrera Metalúrgica dio a conocer su propia convocatoria interna para el 18 de diciembre. El gremio se reunirá a las 12:00 del mediodía en la intersección de Belgrano y Paseo Colón, en la Ciudad de Buenos Aires, desde donde se movilizará hacia el lugar definido por la CGT. A través de un comunicado, la Seccional Capital de la UOM confirmó su adhesión a la medida de fuerza, señalando que la defensa de los derechos laborales constituye una prioridad ante un escenario que consideran alarmante.

La organización metalúrgica destacó que el proyecto del Ejecutivo podría alterar de manera significativa las relaciones laborales dentro de la industria, un sector que históricamente ha tenido altos niveles de sindicalización. Por ello, el gremio considera indispensable participar activamente en las protestas, tanto para expresar su desacuerdo con la iniciativa como para fortalecer la posición de los trabajadores en la discusión pública.

diciembre 12, 2025