Ante la persistencia de temperaturas extremas y las reiteradas olas de calor que afectan al Área Metropolitana de Buenos Aires, el Gobierno de la Ciudad puso en marcha un amplio dispositivo de prevención y cuidado para proteger a la población. En este contexto, se encuentran habilitados 82 refugios climáticos distribuidos en distintos puntos del territorio porteño, espacios pensados para ofrecer alivio térmico y resguardo frente a los efectos del calor intenso.

La decisión se enmarca en la advertencia emitida por el Servicio Meteorológico Nacional, que ubicó a la Ciudad de Buenos Aires bajo alerta naranja, un nivel que indica condiciones potencialmente peligrosas, especialmente para los grupos más vulnerables como niños, niñas, personas mayores de 65 años y quienes padecen enfermedades crónicas. Frente a este escenario, las autoridades porteñas reforzaron las acciones de prevención con el objetivo de reducir riesgos y evitar complicaciones en la salud de la población.

Los refugios climáticos son espacios públicos abiertos y de libre acceso, diseñados para que tanto vecinos como visitantes puedan descansar, hidratarse, refrescarse y continuar con sus actividades cotidianas en condiciones más seguras. Muchos de estos lugares cuentan con aire acondicionado, mientras que otros poseen características naturales que permiten mantener temperaturas más agradables que en el exterior.

Entre los espacios cerrados se destacan escuelas, bibliotecas, museos y centros culturales, como la Usina del Arte, ubicada en el barrio de La Boca, o el Museo de Arte Popular José Hernández, en Palermo. Estos edificios ofrecen ambientes climatizados que resultan fundamentales durante los picos de calor, sobre todo en las horas de mayor exposición solar.

A su vez, la red incluye refugios al aire libre, especialmente seleccionados por su abundante vegetación, sombra natural y diseño paisajístico. En este grupo se encuentran sitios emblemáticos como el Jardín Botánico Carlos Thays y el Ecoparque porteño, espacios verdes que permiten bajar la temperatura corporal y encontrar un respiro en medio de la ciudad. Estos lugares son ideales para quienes buscan un entorno natural sin alejarse del centro urbano.

El programa de refugios climáticos no es una iniciativa nueva. Comenzó a implementarse hace dos años, cuando el Gobierno de la Ciudad eligió al Jardín Botánico como primer espacio piloto para enfrentar las altas temperaturas. Con el paso del tiempo y ante el impacto del cambio climático, la red se fue ampliando con la incorporación de nuevos puntos como el Centro Cultural San Martín, el Museo Larreta, el Museo de Arte Moderno y otros edificios públicos estratégicamente ubicados. Actualmente, el sistema alcanza un total de 82 refugios, consolidándose como una política pública clave en materia de adaptación climática.

Para facilitar el acceso a esta información, la Ciudad puso a disposición un mapa interactivo donde se pueden consultar todas las ubicaciones de los refugios climáticos. El listado también puede obtenerse a través de Boti, el chatbot oficial porteño, enviando un mensaje al 11-5050-0147, lo que permite a los usuarios encontrar rápidamente el espacio más cercano según su ubicación.

Desde el Gobierno porteño aclararon que, si bien estos refugios están pensados como lugares de descanso y alivio frente al calor, no funcionan como centros de atención médica. En caso de que una persona experimente síntomas compatibles con un golpe de calor —como mareos, dolor de cabeza, náuseas, deshidratación o malestar general— se recomienda acudir al centro de salud más cercano o solicitar asistencia inmediata llamando al SAME (107).

De manera complementaria, ante la alerta por temperaturas extremas, la Ciudad reforzó los equipos de emergencia, incluyendo SAME, Bomberos y Defensa Civil, para responder con mayor rapidez ante cualquier eventualidad. Además, se establecieron guardias preventivas en zonas consideradas críticas, especialmente ante la posibilidad de cortes en el suministro eléctrico, utilizando generadores propios para garantizar servicios esenciales.

Las autoridades también difundieron una serie de recomendaciones básicas para que la población pueda cuidarse durante los días de calor intenso. Entre ellas se destaca la importancia de hidratarse con frecuencia, incluso antes de sentir sed; evitar la exposición directa al sol entre las 10 y las 17 horas, cuando la radiación es más intensa; y utilizar ropa liviana y de colores claros, que facilite la ventilación corporal.

Asimismo, se aconseja priorizar el consumo de alimentos frescos, como frutas y verduras, y evitar comidas pesadas; permanecer en espacios con sombra o climatizados; realizar pausas frecuentes si se llevan a cabo actividades al aire libre; y hacer ejercicio físico en horarios más frescos, como temprano por la mañana o al caer la tarde.

Con estas medidas, la Ciudad busca reducir el impacto del calor extremo, promover el cuidado colectivo y ofrecer herramientas concretas para atravesar las altas temperaturas de forma más segura.

diciembre 29, 2025