En una jornada marcada por el optimismo oficialista y el impulso a nuevas inversiones productivas, el ministro de Economía de la Nación, Luis “Toto” Caputo, participó en la provincia de Salta de un acto junto al gobernador Gustavo Sáenz y empresarios locales, en el marco de la firma del Programa de Desarrollo Productivo y Exportador, respaldado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Durante su intervención, Caputo defendió de manera enfática la dirección que ha tomado la gestión del presidente Javier Milei, asegurando que los resultados económicos empiezan a notarse y que el país está en el camino correcto para salir de la crisis. “Esto va a terminar bien, porque se están tomando las decisiones adecuadas. Todos estamos haciendo lo que nos corresponde”, afirmó ante una audiencia compuesta por funcionarios, empresarios, representantes del BID y medios locales.
El ministro remarcó que la figura del Presidente Milei está generando un impacto positivo a nivel internacional. “Llama poderosamente la atención, y eso acelera la llegada de inversiones”, sostuvo Caputo, destacando el interés que el liderazgo del mandatario ha despertado en el mundo empresarial.
Uno de los principales ejes de su discurso fue la defensa del equilibrio fiscal, al que consideró el pilar fundamental del proceso de recuperación económica. “Hay quienes menosprecian el déficit cero, pero tenemos que protegerlo como si fuera oro, porque es el punto de partida para salir adelante”, explicó. En ese sentido, insistió en que el país está transitando un proceso de ordenamiento macroeconómico inédito y necesario.
Caputo también puso en valor el esfuerzo realizado por las provincias, indicando que “la mayoría ya alcanzó el equilibrio en sus cuentas”. Según el funcionario, esto demuestra una responsabilidad compartida entre el gobierno nacional y los gobernadores para encarar una nueva etapa de desarrollo.
“Durante años se sostuvieron gastos ineficientes y partidas que eran fuente de corrupción. Hoy se han recortado esos fondos, pero con el cuidado de no afectar a los sectores más vulnerables, tal como nos pidió el Presidente”, aseguró Caputo. “Ordenamos las cuentas sin olvidarnos de quienes más lo necesitan”, insistió.
Además, el titular del Palacio de Hacienda mencionó que las jubilaciones experimentaron un aumento real desde que asumió el nuevo gobierno. “Los haberes están 5% por encima en términos reales desde diciembre”, afirmó, como ejemplo de las políticas que, según él, buscan equilibrar las finanzas sin desproteger a los más frágiles.
En otro tramo de su exposición, el ministro habló sobre el tipo de cambio y la política monetaria. Rechazó la idea de aplicar una devaluación brusca y argumentó que la estrategia del gobierno apunta a facilitar las condiciones para el crecimiento del sector privado. “No vamos a caer en soluciones fáciles como la devaluación. Queremos que los empresarios puedan operar con más rentabilidad, sin que el Estado les ponga el pie en la cabeza”, aseguró.
Caputo también reconoció las dificultades fiscales, pero fue claro en que la meta sigue siendo bajar impuestos, aunque eso solo será posible si se mantiene el superávit. “No bajamos impuestos porque aún no podemos. Para hacerlo de forma responsable, primero debemos asegurar que las cuentas estén equilibradas. Y eso lo vamos a lograr”, afirmó.
Con un mensaje dirigido especialmente al empresariado, reconoció las complicaciones que enfrentan: “Es increíble cómo logran sobrevivir con el nivel de presión impositiva que heredamos. Ustedes son verdaderos magos”. Y reiteró que el rumbo económico busca modificar ese escenario a través de una reducción progresiva de impuestos y una menor intervención del Estado.
El evento, centrado en la firma de un acuerdo con el BID para impulsar el desarrollo productivo y exportador en el norte del país, también sirvió como plataforma para remarcar el compromiso del gobierno con una transformación económica de fondo, que no depende de ciclos electorales.
En ese sentido, Caputo aseguró que la prioridad del Gobierno no es la reelección. “No venimos a quedarnos en el poder. La política para nosotros es un servicio, y en cuatro años volveremos a nuestras casas”, expresó. Según el ministro, el objetivo es dejar sentadas las bases para que cualquier gobierno futuro pueda continuar con el proceso de transformación iniciado en diciembre de 2023. “Vamos a dejar todo en estos cuatro años, para que quien venga después tenga un camino más claro y ordenado”, concluyó.
