En un nuevo episodio de tensión política dentro de la derecha argentina, el presidente Javier Milei lanzó duras críticas contra el expresidente Mauricio Macri, tras la votación en el Congreso que rechazó la reforma jubilatoria propuesta por el oficialismo. El proyecto, que buscaba ajustar los haberes previsionales como parte del plan de ajuste fiscal del gobierno, no logró los votos necesarios, generando un fuerte malestar en Casa Rosada.
El detonante del conflicto fue el comportamiento de los legisladores del PRO, espacio liderado por Macri, quienes votaron en contra del proyecto, desmarcándose de la línea que esperaba Milei. Esta decisión fue interpretada como una traición por parte del presidente, quien no dudó en señalar directamente al expresidente por lo ocurrido: “No está manejando a sus senadores y diputados en el Congreso”, afirmó Milei en una entrevista reciente, dejando al descubierto la creciente distancia entre ambos referentes del arco liberal-conservador.
Un quiebre que venía gestándose
La relación entre Milei y Macri, que en los primeros meses de gobierno parecía alinearse estratégicamente para impulsar reformas estructurales, atraviesa ahora uno de sus momentos más críticos. Las declaraciones del presidente evidencian una ruptura política con quien, hasta hace poco, era considerado un aliado clave en la cruzada contra lo que ambos denominan “la casta política”.
Milei fue aún más lejos, poniendo en duda no solo el liderazgo de Macri sobre su partido, sino también su compromiso con las reformas necesarias para “sacar a la Argentina del estancamiento”. “O no maneja la tropa o la tropa no entiende el daño que están haciendo”, disparó el mandatario, apuntando contra la bancada amarilla por no acompañar un proyecto que, según el gobierno, resultaba indispensable para sostener la viabilidad fiscal del país.
La reforma y el trasfondo económico
El proyecto de reforma jubilatoria impulsado por el Ejecutivo incluía modificaciones en el esquema de movilidad y actualización de los haberes previsionales. Su objetivo era contener el gasto público y reducir el déficit, en línea con el plan de “déficit cero” que Milei sostiene como pilar de su programa económico. Sin embargo, el rechazo legislativo fue contundente, dejando al oficialismo sin margen para avanzar.
Desde el PRO, la explicación fue otra. Mauricio Macri defendió la decisión de sus legisladores, señalando que el proyecto no garantizaba sustentabilidad a largo plazo y que implicaba un costo fiscal adicional inaceptable en el actual contexto económico. “No podemos acompañar una medida que pone en riesgo la estabilidad que tanto esfuerzo nos está costando conseguir”, fue el mensaje que bajó el expresidente a través de sus voceros.
Esta defensa, sin embargo, no fue bien recibida por Milei, quien acusó a Macri de priorizar intereses partidarios por encima del proyecto nacional. A juicio del actual mandatario, el expresidente estaría más enfocado en preservar la autonomía política del PRO que en colaborar con las reformas del gobierno.
Implicancias políticas de la disputa
El cruce entre Javier Milei y Mauricio Macri tiene consecuencias que van más allá de la reforma previsional. Pone en evidencia la fragilidad de los acuerdos entre sectores que, aunque comparten algunas bases ideológicas —como el achicamiento del Estado o la liberalización de la economía—, se encuentran profundamente divididos en cuanto a estrategias, liderazgos y prioridades.
El distanciamiento también complica los planes legislativos del gobierno. Con una base parlamentaria propia muy reducida, La Libertad Avanza depende del apoyo de bloques aliados como el PRO y parte de la UCR para sacar adelante sus proyectos. La ruptura de este frágil entendimiento podría poner en jaque otras iniciativas clave, como la ya trabada “Ley Bases” o el ambicioso plan de privatizaciones.
A su vez, en el escenario político general, esta confrontación podría realinear fuerzas. Mientras Milei se endurece en su postura contra todo lo que considere parte del “establishment político”, Macri parecería replegarse hacia un rol de líder moderado dentro de la oposición. No se descarta que esta disputa alimente futuros realineamientos de cara a las elecciones legislativas de 2025.
El enfrentamiento entre Milei y Macri marca un punto de inflexión en la política argentina. Por un lado, revela el límite del experimento de convivencia entre el mileísmo y el macrismo. Por otro, confirma que, aún dentro del campo liberal, las diferencias de conducción, método y objetivos son profundas. Mientras Milei se radicaliza, Macri opta por la cautela institucional. El resultado: una oposición fragmentada y un oficialismo cada vez más aislado en su cruzada por imponer su modelo económico.