El presidente argentino Javier Milei volvió a provocar un terremoto político y social con su discurso en el Foro Económico Mundial de Davos, donde no solo renovó sus polémicas amenazas contra la oposición, a la que definió como “zurdos hijos de puta” a quienes prometió “ir a buscar hasta el último rincón”, sino que además lanzó una batería de ataques directos contra múltiples grupos sociales históricamente vulnerados: personas trans, parejas homosexuales que adoptan, mujeres y migrantes, entre otros.

Sus declaraciones generaron una ola masiva de repudios y críticas desde dirigentes políticos de derecha, centro e izquierda, así como de organizaciones sociales y de derechos humanos, que denunciaron el discurso como misógino, homofóbico, transfóbico, xenófobo y autoritario.


Un discurso marcado por la ultraderecha global y la guerra cultural

El discurso de Milei en Davos intentó presentarse como un golpe contra lo que denominó “el establishment” y la “cultura woke hegemónica”, frase y concepto que remiten a una narrativa utilizada desde hace años por la ultraderecha estadounidense y europea para atacar avances en derechos civiles, feminismo, diversidad sexual e inclusión.

El presidente argentino sostuvo que el “wokismo es la epidemia que hay que curar y el cáncer que hay que extirpar”, y apuntó como enemigos a “feminismo, diversidad, inclusión, equidad, inmigración, aborto, ecologismo e ideología de género”.

Este tipo de discursos no son nuevos en la retórica de Milei, pero la exposición en un foro global y el tono agresivo y despectivo hacia minorías produjo una reacción sin precedentes en la escena política local.


Principales ataques y ejemplos

  • Parejas homosexuales y adopción:
    Milei vinculó la agenda LGBT+ con casos extremos y aislados de abuso infantil, calificando a parejas homosexuales que adoptan hijos como “pedófilos” y “abusadores”, basándose en un caso judicial ocurrido en Georgia, Estados Unidos, para generalizar y estigmatizar a toda la comunidad. “Quiero saber quién avala esos comportamientos”, sentenció, sin distinguir entre un caso criminal y el derecho a formar una familia.

  • Personas trans:
    El presidente afirmó que los tratamientos hormonales y cirugías para personas trans constituyen una “mutilación” que daña “irreversiblemente” a menores que, según él, no pueden prestar consentimiento. Denunció que el Estado financia estas intervenciones y sostuvo que estas personas “tendrán que pasar su vida en tratamientos psiquiátricos para afrontar lo que se hicieron”. Además, dijo que las críticas hacia estos discursos suelen tildarlo de “homofobia” o “transfobia”, calificándolos de “inventos”.

  • Mujeres y feminismo:
    Milei calificó al feminismo radical como una “distorsión” y una búsqueda de privilegios que va más allá de la igualdad ante la ley, la cual negó como problemática. Cuestionó la tipificación del femicidio y negó la brecha salarial, argumentando que la diferencia en ingresos se explica por la elección de profesiones “mejor pagas” por parte de los hombres.

  • Migrantes:
    Siguiendo la línea de figuras como Donald Trump, Milei describió a los migrantes como “hordas que abusan, violan y matan”, y se quejó de ser acusado de racista o xenófobo cuando denuncia esta situación, presentándose como víctima.


La defensa oficial y la polémica en el gobierno

Tras las críticas internacionales y locales, algunos funcionarios intentaron defender al presidente. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, celebró el discurso como un fin a “la era de los débiles” y un fin a la “corrección política”, y afirmó que Argentina volvió a “inspirar y marcar el rumbo”.

Por su parte, el jefe de Gabinete Guillermo Francos intentó matizar la polémica, señalando que las campañas a favor de la diversidad sexual podrían generar “confusiones en los jóvenes”, pero sin poder citar ejemplos concretos. En una frase polémica recomendó a las personas homosexuales que lo hagan “de puertas para adentro”, reforzando la idea de estigmatización social.


Rechazo transversal: de la derecha a la izquierda y organizaciones sociales

Las críticas al discurso de Milei fueron inmediatas y contundentes desde múltiples espacios políticos y sociales:

  • Legisladores y dirigentes:
    Mónica Macha, presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad de Diputados, advirtió que el discurso “habilita a varones violentos” y minimiza la violencia de género. Anabel Fernández Sagasti (UxP) denunció que buscan “retroceder un siglo” para que “los fuertes” dominen a la sociedad.

Maximiliano Ferraro, presidente de la Coalición Cívica, consideró que los dichos son “discriminatorios” y constituyen una forma de “apartheid”. Danya Tavela, diputada radical, advirtió sobre la irresponsabilidad de vincular los derechos LGBT+ con pedofilia.

  • Organizaciones sociales:
    Ni Una Menos calificó el discurso como una “performance global de autoritarismo misógino, homo y transfóbico”, alertando sobre el riesgo de que se legitime la violencia política y social.

El Frente Nacional Orgullo y Lucha señaló que los dichos incitan “odio y violencia” contra mujeres y personas LGBTINB+, violando normas nacionales e internacionales de derechos humanos.

  • Amnistía Internacional y cifras sobre violencia de género:
    La organización publicó datos alarmantes sobre violencia contra mujeres y disidencias, desmintiendo las afirmaciones de Milei sobre brechas salariales y femicidios.

  • Oposición y denuncias:
    Horacio Rodríguez Larreta (ex jefe de Gobierno) pidió “basta de violencia” y destacó la importancia del respeto en democracia. Myriam Bregman (FIT) y Esteban Paulón (PS) anunciaron denuncias judiciales contra el presidente por sus declaraciones discriminatorias.


Contexto y posibles consecuencias

El discurso de Milei no solo agrava la polarización política y social en Argentina, sino que también abre la puerta a la normalización de discursos de odio y violencia contra sectores vulnerables. En un país que atraviesa graves crisis sociales, económicas y políticas, la promoción de la intolerancia puede aumentar la violencia institucional y social, dificultar políticas de inclusión y proteger menos a quienes más lo necesitan.

Mientras tanto, desde el gobierno se preparan nuevas medidas con marcado sesgo antifeminista, en línea con la retórica del presidente, lo que anticipa un escenario de conflictos y resistencia social.

enero 24, 2025