La Argentina vivió un día histórico de movilizaciones en todo el territorio nacional, en rechazo al discurso homofóbico, misógino y antiderechos pronunciado por el presidente Javier Milei durante su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos. Bajo la consigna «Al closet no volvemos nunca más», miles de personas, organizaciones sociales, sindicales, políticas, feministas y de la diversidad sexual salieron a las calles para manifestar su rechazo a las ideas de odio, intolerancia y negación de derechos que el mandatario expresó en un escenario internacional.

Este despliegue de solidaridad y protesta, que se extendió desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hasta los rincones más remotos de la Patagonia y el Norte argentino, dejó en claro que la sociedad argentina no tolera ni avala discursos que atentan contra los derechos humanos y la diversidad.


Buenos Aires: epicentro de una protesta multitudinaria y plural

En la Ciudad Autónoma y en decenas de municipios bonaerenses, la jornada fue marcada por marchas masivas, actos culturales, performances y foros abiertos. Organizaciones feministas, colectivas LGBTIQ+, sindicatos, partidos políticos de izquierda y movimientos sociales organizaron concentraciones que se transformaron en una verdadera marea humana, reclamando el respeto por los derechos conquistados y denunciando el avance de discursos de odio desde el poder.

“Lo que vimos en Davos fue un discurso de miedo, de intolerancia y retroceso. Pero esta marcha muestra que la Argentina es un país diverso, plural y solidario,” expresó Eugenia Murillo, referente feminista y periodista que cubrió la movilización porteña.

En ciudades como La Plata, Quilmes, Avellaneda y Morón, la convocatoria fue igualmente masiva. Las calles se llenaron de pancartas, banderas del arcoíris y consignas que destacaban la lucha contra el fascismo, el machismo y la homofobia institucionalizada.


Región Centro: resistencia en Córdoba y provincias vecinas

Córdoba, con un escenario político donde la derecha y las expresiones liberales tienen un importante caudal electoral, mostró un fuerte repudio popular al discurso presidencial. En la capital provincial, miles se reunieron en Colón y General Paz, avanzando hacia el emblemático Patio Olmos, un lugar simbólico para la diversidad y la cultura local.

Además de la capital, ciudades como Alta Gracia, Villa de las Rosas, Cosquín, Villa María y San Francisco organizaron marchas y actos. La movilización fue un reflejo de la diversidad social, incluyendo jóvenes estudiantes, colectivos feministas, trabajadores sindicalizados y sectores barriales.

“Nos duele ver que el odio venga de quien representa al Estado. Estamos acá para decir que no queremos volver atrás en derechos ni en respeto,” dijo Lucía, una estudiante de 23 años que participó en la marcha cordobesa.

En el interior de Buenos Aires, localidades como Azul, Bahía Blanca, Coronel Dorrego, Punta Alta y Tandil replicaron la protesta con actos que combinaron música, discursos y actividades comunitarias. En la costa bonaerense, ciudades como Mar del Plata, Necochea y Villa Gesell mostraron un fuerte compromiso social con la defensa de los derechos humanos.


Santa Fe y Entre Ríos: una región movilizada y organizada

En Santa Fe, la Plaza Pueyrredón fue testigo de una protesta que incluyó una marcha, micrófono abierto y un cacerolazo que reflejó la indignación ciudadana. Reconquista, Venado Tuerto y otras localidades también sumaron su voz con protestas pacíficas y actividades artísticas.

En Entre Ríos, Paraná encabezó una movilización que partió desde Plaza de Mayo hasta la Casa de Gobierno, acompañada por festivales artísticos que visibilizaron las luchas de las diversidades sexuales y los feminismos populares. La movilización alcanzó también a Villaguay, Concordia, Gualeguaychú, Colón y La Paz, consolidando un frente unido contra el discurso presidencial.


NEA y NOA: un frente amplio y diverso

El Nordeste argentino mostró un fuerte protagonismo de mujeres, jóvenes y sindicatos. En Misiones, la concentración en el Mástil de las avenidas Mitre y Uruguay y la posterior marcha hasta la Plaza San Martín fue acompañada por un festival artístico que destacó la riqueza cultural local y la fuerza de las organizaciones sociales.

Corrientes, Formosa, Chaco y otras provincias del NEA realizaron movilizaciones masivas. En Resistencia, el hospital Perrando fue epicentro de una convocatoria que reunió a trabajadores de la salud, educación, justicia, economía popular y otros sectores, evidenciando la transversalidad del rechazo a las expresiones fascistas.

En el NOA, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero y otras provincias sumaron marchas que combinaron la defensa de derechos con reclamos sociales. La movilización tuvo una fuerte impronta juvenil y feminista, con discursos que conectaron la denuncia al discurso de Milei con las problemáticas históricas de exclusión y desigualdad en la región.


Cuyo, Pampa y Patagonia: desde el corazón del país hasta el fin del mundo

En la región de Cuyo, Mendoza, San Juan y San Luis realizaron movilizaciones con gran presencia de colectivos feministas y LGBTIQ+, así como sindicatos y organizaciones sociales. En Mendoza, la marcha organizada por el colectivo Ni Una Menos en la plazoleta Vergara fue una de las más convocantes.

La Pampa sumó concentraciones en Santa Rosa y General Pico, donde las asambleas disidentes y feministas expresaron su rechazo al “discurso ignorante y homofóbico del presidente”.

En la Patagonia, la movilización fue contundente: Río Negro, Neuquén, Santa Cruz, Chubut y Tierra del Fuego vivieron jornadas de protesta en múltiples localidades. Bariloche, Cipolletti, El Bolsón, Viedma, Ushuaia y Río Gallegos fueron algunos de los puntos de encuentro donde la juventud y las diversidades expresaron con fuerza un mensaje de inclusión y resistencia.

La consigna “Una sola lucha, una sola marcha desde el fin del mundo” en Ushuaia resonó como símbolo de la unidad nacional en defensa de los derechos humanos.


Repercusiones políticas y sociales: un país que dice no al odio

Este repudio masivo y transversal representa un fuerte llamado de atención para el gobierno nacional y para la dirigencia política en general. Analistas políticos coinciden en que, más allá del impacto mediático de Milei en escenarios internacionales, la sociedad argentina está mostrando un firme rechazo a cualquier discurso que promueva la discriminación y la violencia institucional.

Desde organizaciones sociales y políticas se advierte que la lucha contra el fascismo y la homofobia no se limita a esta jornada. “Esto recién empieza. Seguiremos en las calles, en las escuelas, en los barrios, construyendo una Argentina más justa y plural,” señalaron referentes del colectivo organizador de la marcha.


Voces desde el movimiento: compromiso, esperanza y organización

María Gómez, activista y referente feminista, sintetizó el sentir colectivo: “El odio no puede ser legitimado desde el poder. Estas marchas nos recuerdan que la resistencia es colectiva y que no estamos solas ni solos. Esta es la Argentina que queremos: diversa, solidaria, plural y libre.”

Las movilizaciones de este 2 de febrero marcan un antes y un después en la respuesta social al avance de discursos reaccionarios y muestran la fortaleza de un pueblo que se levanta unido en defensa de los derechos y las libertades conquistadas.

febrero 2, 2025