Alejandra “Locomotora” Oliveras, figura emblemática del boxeo femenino argentino y una verdadera referente para muchas mujeres del país, tendrá su despedida final en su ciudad natal, Santa Fe. La reconocida exboxeadora, múltiple campeona mundial en distintas categorías, falleció el pasado lunes tras haber permanecido varios días internada por un accidente cerebrovascular isquémico.
Su muerte provocó una profunda conmoción tanto en el ámbito deportivo como en la sociedad en general. La tristeza alcanzó no solo a sus familiares y allegados, sino también a los miles de fanáticos que la admiraban por su trayectoria, su carisma y su estilo directo, siempre combativo, dentro y fuera del ring. Oliveras fue más que una atleta: se convirtió en un símbolo de lucha, determinación y superación.
El velorio comenzó en una sala reservada exclusivamente para su círculo íntimo. Sin embargo, a partir de las 16 y hasta las 21 horas de este martes, se llevará a cabo un homenaje público en la Legislatura provincial de Santa Fe. El edificio fue abierto a la comunidad para que sus seguidores puedan despedirse de la campeona, en un gesto que refleja la enorme huella que dejó en el corazón del pueblo santafesino y del país entero.
El gobierno provincial, encabezado por Maximiliano Pullaro, decretó tres días de duelo en honor a Oliveras. Como parte de esta medida, se suspendieron las sesiones previstas para tratar reformas constitucionales en la legislatura, que se retomarán a partir del miércoles con una agenda recargada.
Además de sus logros en el boxeo, Alejandra Oliveras será recordada por su fuerte personalidad, sus mensajes de empoderamiento y sus intervenciones públicas que inspiraron a miles. Muchos de sus videos motivacionales siguen circulando en redes sociales, manteniendo vigente su mensaje de lucha y resiliencia. La «Locomotora» no solo cosechó títulos y cinturones, sino también un cariño genuino por parte de una amplia comunidad que la vio como un ejemplo de vida.
Durante su carrera, Oliveras conquistó títulos mundiales en varias categorías y se destacó por su estilo de pelea agresivo, su fuerza física y su enorme corazón dentro del cuadrilátero. Fuera del ring, su voz se alzó en favor del deporte femenino, la inclusión y la superación personal. Fue, además, una de las primeras mujeres en ganar popularidad masiva en un deporte históricamente dominado por hombres.
La despedida pública en la Legislatura santafesina se espera multitudinaria. Vecinos, fanáticos del deporte, autoridades y personalidades del ámbito deportivo han expresado su intención de acercarse para rendirle homenaje. Será un acto cargado de emoción y respeto, donde se celebrará la vida de una mujer que supo hacerse lugar en un ambiente hostil, y que nunca dejó de pelear, incluso cuando su carrera en el boxeo ya había terminado.
La “Locomotora” se ganó ese apodo no solo por su potencia en el ring, sino también por su capacidad de arrasar con prejuicios, barreras y obstáculos. Su historia de vida fue para muchos una fuente de inspiración, marcada por la lucha constante, la autenticidad y una entrega total a su pasión.
Aunque su partida genera un profundo dolor, su legado quedará inmortalizado. No solo en los archivos del deporte argentino, sino en los corazones de quienes vieron en ella a una campeona dentro y fuera del ring. Alejandra Oliveras dejó un camino abierto para nuevas generaciones de mujeres que hoy se animan a soñar con un lugar en el deporte profesional.
Su voz, sus enseñanzas y su ejemplo seguirán presentes. Porque la Locomotora, más allá del silencio físico, seguirá en movimiento a través de las historias que inspiró.