Hoy se recuerda el aniversario del fallecimiento de José Alberto Iglesias, conocido artísticamente como Tanguito, una figura fundamental e irreemplazable en la historia del rock nacional argentino. A 53 años de su partida, su legado continúa inspirando a músicos, artistas y fanáticos de todas las generaciones, manteniendo viva la llama de un artista que, aunque tuvo una vida breve y turbulenta, logró dejar una huella profunda en la cultura popular argentina.
Tanguito murió el 19 de mayo de 1972, a la edad de 26 años, en circunstancias trágicas que reflejan la fragilidad de muchos jóvenes artistas de su tiempo, pero su nombre y su música son sinónimo de la revolución cultural que significó la aparición del rock en español en Argentina y América Latina.
Un pionero del rock nacional
Nacido en 1945 en Buenos Aires, Tanguito comenzó su carrera musical a mediados de los años 60 en el ambiente bohemio del barrio de La Chacarita y el bajo porteño. Fue un pionero que aportó voz y letra a un movimiento emergente que buscaba expresarse en su idioma y con una identidad propia, en contraposición a las influencias anglosajonas dominantes hasta entonces.
Su canción más emblemática, “La balsa”, compuesta junto a Litto Nebbia, es considerada el himno fundacional del rock argentino. Lanzada en 1967 por la banda Los Gatos, esta pieza marcó el comienzo de una era y consolidó el rock nacional como un fenómeno cultural con voz propia. A pesar de no haber grabado oficialmente muchas de sus composiciones, su talento creativo y su presencia artística fueron reconocidos por sus pares y seguidores.
Una vida marcada por la sensibilidad y la tragedia
Tanguito encarnó el espíritu bohemio y rebelde de una juventud que buscaba nuevas formas de expresión, pero también sufrió las consecuencias de la marginalidad y las adicciones. Su vida estuvo atravesada por la lucha contra la depresión y el consumo problemático de drogas, factores que influyeron en su producción artística y en su destino.
A lo largo de su corta carrera, fue amigo y referente para muchos músicos que luego alcanzarían gran popularidad, como Moris, Miguel Abuelo y Pappo. Su figura se transformó en un símbolo de autenticidad y de la contracultura porteña de fines de los 60 y principios de los 70.
Su legado musical y cultural
Aunque su discografía oficial es limitada, la influencia de Tanguito se extiende a través de grabaciones caseras, versiones de sus canciones y testimonios que reconstruyen su obra y su impacto. Canciones como Amor de primavera, Natural, La balsa y Ciudad de guitarras reflejan una sensibilidad única, una mezcla de folk, rock y blues que capturaba la mirada de un artista que vivía intensamente.
En 1993, se estrenó la película “Tango Feroz: La leyenda de Tanguito”, protagonizada por Fernán Mirás, que ayudó a difundir su historia y a renovar el interés por su vida y música entre nuevas generaciones. El film retrata con emotividad la complejidad de su personalidad y las contradicciones de un artista que buscaba ser libre en un contexto adverso.
Recordando a Tanguito en el presente
Este 19 de mayo, distintas actividades culturales y musicales en Buenos Aires y otras ciudades argentinas recuerdan a Tanguito con recitales, exposiciones y charlas. Espacios como el bar La Perla, punto de encuentro de músicos y artistas en su época, se transforman en sitios de homenaje y memoria.
Músicos actuales rinden tributo a Tanguito versionando sus canciones o compartiendo relatos sobre su influencia. Su historia también es motivo de reflexión sobre los desafíos que enfrentan los artistas jóvenes y la importancia de proteger la salud mental y emocional en el ámbito creativo.
Tanguito, una inspiración para la identidad musical argentina
Más allá de su trágico destino, Tanguito simboliza la fuerza de un movimiento que buscó romper con el molde, abrir caminos y ponerle música y palabra a la experiencia de una juventud que deseaba expresarse desde sus raíces.
Su contribución al rock nacional es un recordatorio de que el arte puede surgir desde la vulnerabilidad y que incluso las voces más efímeras pueden dejar un legado eterno.
Mientras se conmemora su partida, el espíritu de Tanguito sigue vivo en cada acorde, en cada verso y en la historia del rock argentino, un movimiento que hoy es reconocido como uno de los pilares culturales más importantes del país.