La Ciudad de Buenos Aires vivió una jornada distinta en la red de transporte subterráneo, donde la música, la salud pública y la participación comunitaria se unieron para dar forma a una propuesta inédita. Bajo el nombre “Rock Vagón”, se llevó a cabo una actividad de sensibilización y prevención del VIH en la Línea H, coincidiendo con dos fechas significativas: el Día del Subte y el Día Internacional de la Lucha contra el Sida, que se conmemora en todo el mundo cada 1° de diciembre desde 1988. La acción tomó como eje central la idea de acercar la salud a los pasajeros, aprovechando un espacio cotidiano para generar conciencia, promover derechos y derribar prejuicios en relación con el VIH.
La iniciativa fue organizada por Subterráneos de Buenos Aires S.A.U. (SBASE), la Asociación Civil Alfonso Farías —una institución con más de tres décadas dedicadas a campañas de prevención— y la Universidad de Buenos Aires, a través de su programa territorial UBA en Acción. La articulación entre organismos públicos, organizaciones sociales y la universidad permitió desplegar un operativo integral que abarcó desde cultura en movimiento hasta servicios de salud gratuitos, convirtiendo al Subte en un escenario que, por momentos, fue también consultorio, sala de espera y espacio educativo.
Uno de los puntos más atractivos para el público fue el recital itinerante dentro de una formación en servicio. A lo largo del recorrido de la Línea H, las bandas Andando Descalzo, Abril Vizconti y Los Pérez García ofrecieron sets acústicos que sorprendieron a los pasajeros. La música funcionó como una invitación natural a frenar la rutina y prestar atención a los mensajes de prevención. Esta intervención artística tuvo además un enfoque simbólico: llevar el rock a un vagón en movimiento buscó mostrar que la prevención también debe ser dinámica, accesible y parte de la vida cotidiana de todos.
El presidente de SBASE, Javier Ibañez, destacó la importancia de elegir al Subte como escenario de estas acciones. “Este es un espacio por el que circulan alrededor de 800 mil personas cada día, lo que lo convierte en un lugar privilegiado para una campaña de gran alcance. Celebramos este nuevo aniversario del Subte de una manera distinta: acercando salud, acompañando a la comunidad y demostrando que el test de VIH es rápido, sencillo y una herramienta fundamental para cuidarnos a nosotros mismos y a los demás”, afirmó. Sus palabras apuntaron a una idea central del evento: la prevención como parte de la vida diaria y no como un acto aislado o distante.
A la iniciativa asistieron diversas figuras institucionales y referentes de la sociedad civil. Entre ellos, el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti; Palito Calderaro, de la Asociación Alfonso Farías, quien lleva años impulsando programas comunitarios de salud sexual; el legislador Francisco Loupias, promotor del proyecto “Rock Vagón”, que fue recientemente declarado de interés cultural por su carácter innovador; la presidenta de la Comuna 4, Silvia Millara; el gerente de la Comuna 2, Ignacio Bavcar; y la actriz Virginia Lago, que acompañó como madrina del encuentro. La presencia de autoridades, personal sanitario, voluntarios y artistas aportó pluralidad y mostró un compromiso conjunto frente a una problemática que requiere del esfuerzo de toda la sociedad.
Además del recital y las actividades dentro del tren, en la estación Facultad de Derecho se desarrolló un operativo sanitario articulado por UBA en Acción. Allí, sobre la avenida Figueroa Alcorta, se instalaron trailers odontológicos, médicos y de zoonosis, donde profesionales de distintas especialidades brindaron atención gratuita. También se realizaron tests rápidos de VIH de tipo sublingual, una modalidad que ofrece resultados confiables en pocos minutos y no requiere extracción de sangre. Más de 300 personas, entre usuarios del transporte y vecinos de la zona, accedieron voluntariamente a estos servicios. Para muchos, fue la primera vez que se animaron a hacerse la prueba.
Durante toda la jornada se distribuyeron preservativos, se entregó material informativo y se brindaron charlas orientadas a desmitificar conceptos erróneos sobre el VIH, explicar las vías de transmisión, reforzar la importancia de la prevención combinada y promover el diagnóstico temprano. La música continuó acompañando las actividades a través del DJ Alejandro Pont Lezica, que aportó un clima festivo en el exterior de la estación, generando un ambiente amable que facilitó la participación.
La Asociación Civil Alfonso Farías, una de las organizaciones protagonistas de la jornada, volvió a destacar la necesidad de sostener campañas de sensibilización con perspectiva comunitaria. Con más de treinta años de trabajo territorial, su misión ha sido siempre acercar información clara, combatir el estigma y generar espacios donde las personas puedan acceder a herramientas concretas de cuidado. En ese sentido, remarcaron que acciones como esta tienen un impacto directo en el bienestar social, porque multiplican el acceso a la salud y fomentan la responsabilidad colectiva.
“Rock Vagón” se consolidó como una propuesta innovadora y efectiva, que combinó cultura, salud y participación comunitaria en un mismo espacio. La iniciativa apostó por romper barreras tradicionales entre el ciudadano y el sistema de salud, demostrando que la prevención puede —y debe— llegar a donde están las personas: en los lugares donde trabajan, estudian, viajan o simplemente se trasladan por la ciudad. En este caso, el Subte se convirtió en un canal privilegiado para transmitir un mensaje claro: la información, la prevención y el acceso al testeo son herramientas fundamentales para enfrentar el VIH.
El éxito de la jornada dejó abierta la posibilidad de replicar este tipo de iniciativas en otras líneas del Subte y en distintos espacios públicos. La combinación de música en vivo, presencia institucional, servicios sanitarios gratuitos y un enfoque inclusivo resultó efectiva y bien recibida por la comunidad. Más allá de la celebración del Día del Subte y del Día Internacional de la Lucha contra el Sida, la actividad dejó un mensaje que resonó entre los pasajeros: cuidarse es simple, es posible y es un acto de responsabilidad compartida.
