Recientemente se emitió una alerta debido a la tormenta solar más intensa registrada en dos décadas, que provocó un evento extraordinario en Ushuaia. En la capital de la provincia de Tierra del Fuego, conocida como el “Fin del Mundo”, se observaron auroras australes al caer la noche, un fenómeno raramente visto en esta localidad y que cautivó a los habitantes, quienes salieron a las calles para admirar este espectáculo.
Las auroras son fenómenos naturales que suelen ocurrir en las regiones polares de la Tierra. Se caracterizan por espectaculares luces de colores en el cielo nocturno, resultado de la interacción entre partículas cargadas del Sol y la atmósfera de la Tierra. Por lo general, estas manifestaciones luminosas son más habituales cerca del Círculo Polar Ártico, en lugares como Escandinavia, Canadá, Alaska y Rusia, aunque en periodos de intensa actividad solar pueden observarse en latitudes más bajas.
En esta oportunidad, el fenómeno también se experimentó en la Base Marambio de la Antártida, donde el excepcional espectáculo de luces se tornó observable principalmente durante la noche.
La Base Orcadas fue otro punto antártico que registró auroras, siendo esta la primera vez que se documenta un evento de este tipo en este lugar, según informes del Servicio Meteorológico Nacional. Habitualmente, las auroras son más frecuentes en la Base Belgrano II, ubicada más al sur.
El astrónomo Marcelo Miller Bertolami explicó que, en esencia, este fenómeno genera una “emisión de partículas cargadas que son protones y electrones”, es decir que contienen carga eléctrica tanto positiva, como negativa.
La última vez que se registró el fenómeno en el país fue en 2003
“El sol emite continuamente lo que se denomina ‘viento solar’ que básicamente es una lluvia de partículas que las desparrama por todo el sistema solar”, remarcó Diego Bagú, un astrónomo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Si bien la corriente solar es constante, las tormentas solares ocurren cuando “esa lluvia de partículas es más intensa, por lo que se emiten muchas más partículas que el promedio de cuando el sol está en una actividad normal”.
En consecuencia, la mayor afluencia de partículas distribuidas, en diferentes medidas, afectan a todos los planetas que componen el sistema solar. Sin embargo, Bagú señaló que las partículas, al ingresar en nuestro planeta, “interactúan con el campo electromagnético terrestre”, el cual cumpliría una función vital en el proceso, ya que las ondas que lo componen le permiten desviarlas hacia los polos magnéticos situados en el norte y sur del globo terráqueo.
De esta manera, el astrónomo indicó que, una vez que las partículas ingresan en los polos magnéticos, toman contacto con las moléculas de la atmósfera terrestre. “Ahí se producen descargas eléctricas que básicamente son las luces que se observan de las auroras tanto boreales como australes”, explicó al hacer referencia a los choques que se producirían entre las partículas solares y las moléculas atmosféricas.
Por otro lado, el investigador del CONICET y profesor del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (DCAO) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Sergio Dasso, aclaró que el fenómeno ocurrió durante uno de los puntos máximos de actividad solar. “El sol tiene un ciclo de vida, el máximo del sol ocurre cada 11 años, aunque en rigor científico es cada 22 años”, remarcó al hacer referencia a que la última vez que se registraron las auroras en el sur argentino continental fue en el Halloween de 2003.
En este sentido, “al tener más actividad esas erupciones solares se tornan más frecuentes”. la estructura del sol se torna más compleja, debido a que “la corona solar se torna más importante, por lo que cuando —las partículas— se eyectan salen con más fuerza, intensidad magnética, velocidad y más probabilidad de impactar con mayor forzado sobre el campo terrestre”.
Las auroras también se tornaron visibles en ciudades como El Calafate, El Chalten, mientras que en el sur de Chile pudieron ser vistas desde Punta Arenas y sus alrededores. Asimismo, reportaron que en Nueva Zelanda, Australia y hasta Tasmania se hicieron presentes las ráfagas de luces en el cielo. En el caso del hemisferio norte, Estados Unidos, Ucrania, Suiza, Austria, España, Inglaterra y hasta el norte de Italia fueron alcanzados por el fenómeno. Cabe recordar que tampoco es habitual que las auroras se desplieguen hacia las latitudes en la que se encuentran posicionados estos países.